Por Horacio Nolasco.- El coronavirus ha provocado grandes males en el mundo, incluyendo que se produzca una temporada de Grandes Ligas con características poco usuales.
Tras meses de lucha entre el sindicato de peloteros y los propietarios de equipos, hace un par de días se llegó a un acuerdo con reglamentaciones y elementos nunca vistos.
Todavía no sabemos que pasará cuando un Aaron Judge, por poner un ejemplo, con dos outs en el noveno, conecte jonrón de tres carreras para dejar tendidos en el terreno a los Medias Rojas. Los abrazos, palmadas, etc, están prohibidos, imagínense quien impedirá que se abalance toda la banca sobre Judge. Vendrá una multa para el jugador, los coaches y el equipo, total igual gozarán el momento.
Un lanzador que consiga cinco victorias al hilo en salidas consecutivas o un bateador con una buena racha y con 15-17 jonrones sería un virtual ganador de los premios más importantes. Veremos ganadores del Bate de Plata con 5 o 6 cuadrangulares.
El último jugador en batear .400 en los primeros 60 juegos de una campaña fue Chipper Jones (.408) en el 2008. Este año podríamos encontrar uno o dos peloteros con ese promedio o ver a un Shohei Ohtani, que lanzará cada seis días, ser un fuerte candidato a Cy Young y MVP.
Una de las reglas nuevas que más me ha llamado la atención ha sido la de no ensalivar la pelota. Los lanzadores llevarán una toalla o paño mojado en el bolsillo de su pantalón. A parte las señas a bateadores y receptores se harán sin pasarse las manos por la cara. Está prohibido escupir, es obligatorio usar guantillas y hasta ahora los peloteros tendrán que salir del estadio sin bañarse. Vaya usted a oler.
Un período de entrenamiento normal dura alrededor de mes y medio , este año lo harán en tres semanas. Serán muchas las lesiones que provocará, sobretodo en los hombres del montículo, un entrenamiento, por primera vez, de verano. Y ni pensar las consecuencias si un Mike Trout se contagia con el covid. Yo no quiero ni imaginarlo.
Por primera vez habrá designado en la historia de la Liga Nacional, cosa que no se veía ni en la Serie Mundial. En entradas extras iniciará un corredor en segunda, sin outs, en caso de anotar la carrera se considera sucia para el lanzador, sin cargarle error a ningún jugador, aunque a fin de cuentas si su equipo no empata al relevista se le carga la derrota.
Las cosas pocos habituales, las nuevas reglas, incluyendo las que serían establecidas como las de el relevista que debe enfrentar al menos tres bateadores o cerrar la entrada; en fin el 2020 nos traerá una caterva de elementos raros, de cosas nunca vistas en el béisbol.