En la maratón final de esta campaña electoral afectada por la pandemia de Covid19, Gonzalo Castillo formula una exhortación a los delegados de su coalición a que defiendan el voto en las urnas y eviten que, con artimañas, los opositores propicien anulaciones de votos a su favor, porque en ese elemento podría estar la clave de triunfo en las votaciones del próximo 5 de julio.
A pocas horas las expresiones del candidato peledeísta se difundían con una edición distorsionada en la que aparecía pidiendo la búsqueda de votos con artimañas, cuya falsedad quedó evidenciada con la difusión del contenido original del mensaje.
La orientación iba en el mismo sentido de la arenga del presidente Danilo Medina ante los miembros del Comité Central del PLD, porque en los levantamientos de las elecciones municipales del 15 de marzo aparecen 170 mil votos anulados, de los cuales 130 mil correspondieron al PLD y sus aliados, y aún así el resultado de la votación nacional entre los dos bloques que poralizan la contienda resultó parejo.
Es evidente que hubo fallos en la defensa de los votos en las mesas porque resultó muy perjudicial y desproporcionado para el PLD.
Lo del video editado no es aislado, el día anterior a su difusión, José Ignacio Paliza, el presidente del Partido Revolucionario Moderno, en un desborde de petulancia dice que los resultados de las elecciones tienen que ser idénticos al de las encuestas mediáticas publicadas en la semana, es decir, que si los electores tienen un comportamiento distinto al que se les ha querido condicionar, los resultados serán denunciados como fraudulentos y no serían acogidos.
Vivimos en una democracia en la que los electores se dirigen a las urnas el próximo domingo a expresar sus preferencias con absoluta libertad y el resultado de la expresión de la votación no puede estar condicionado absolutamente a nada, y debe ser respetado.
No tengo dudas que entre los objetivos de la trama que hemos vivido, está el intentar desconocer los resultados de las elecciones, si favorecen al Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados, como varios factores indican que podría ocurrir.
El PLD, afectado primero por una crisis interna y después por los efectos del colapso de las elecciones municipales de febrero, entre febrero y marzo dejó provisionalmente su posicionamiento como el principal partido, pero de abril hasta acá ha recuperado su primer lugar, aunque aún no haya regresado al sitial que tenía antes de la salida de Leonel Fernández.
Y el candidato presidencial Gonzalo Castillo, no sólo logró recortar la cómoda ventaja de su principal adversario, sino que hoy en todas las evaluaciones de trabajo a las que he tenido acceso, tiene una ventaja frente a Luis Abinader que supera los márgenes de error de las mediciones inalteradas.
Lo que no me atrevo a asegurar, porque creo que faltan a la verdad todo lo que lo han hecho, es que haya una definición en primera vuelta, porque tal y como lo ha planteado el expresidente Leonel Fernández eso es prácticamente imposible en un escenario de tres opciones con puntuaciones determinantes.
Ni José Francisco Peña Gómez ni Hipólito Mejía, los dos candidatos opositores más imbatibles postulados en nuestra historia democrática reciente han brincado esa cerca del 50 más uno en primera vuelta, que Danilo y Leonel han saltado, en escenarios en que la tercera opción ha sido esfumada, que no es lo que marcan ahora las encuestas.