Por Sylvia B. Zárate y César Mariño.- BOGOTÁ, 4 jul (Xinhua) — La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que un nuevo foco de la pandemia de la COVID-19 con más de 2,7 millones de contagios se encuentra en Latinoamérica y el Caribe y que para octubre de 2020 la región podría registrar alrededor de 438.000 muertes por la enfermedad si no se refuerzan las medidas de control.
En entrevista con Xinhua, la representante en Colombia de la OPS, Gina Tambini, señaló que a pesar de la proyección basada en la situación actual, la evolución e impacto real de la pandemia en esta región, que suma más de 120 mil muertes, dependerá de las decisiones políticas de cada país frente a la emergencia.
"Los gobiernos deben analizar bien su información al interior de los países, dado que no se verá una única curva para la región y que posiblemente se vean cambios en las curvas y picos al interior de los países", señaló.
Tambini explicó que existen escenarios diversos entre países. "Reiteramos que el comportamiento de la curva dependerá indudablemente de las medidas que se asuman en los países o en las ciudades o territorios locales, lo que hará acelerar o desacelerar la misma", insistió.
Subrayó que es necesario tener en cuenta la diversidad de los entornos de cada ciudad en cada país para mantener la transmisión del virus bajo control y sugirió no flexibilizar las cuarentenas antes de tener bajo control la velocidad del contagio.
"Los gobiernos locales y nacionales deben permitir que la dinámica de la transmisión establezca su cronograma para el establecimiento de medidas y la reapertura. El objetivo es aplanar la curva y luego reducirla significativamente antes de relajar cualquier restricción", enfatizó.
La funcionaria destacó el manejo exitoso que Medellín, la segunda ciudad colombiana con más habitantes, ha dado a la pandemia desde el inicio de la emergencia.
Indicó que para la OPS en Colombia un factor relevante en estos resultados es que se dio especial énfasis desde la fase inicial a las acciones de vigilancia, respuesta inmediata y desarrollo de labores de investigación de casos, detección, atención, toma de prueba, aislamiento así como identificación de contactos y promoción de diagnóstico.
Tambini advirtió que aunque todavía Medellín mantiene una baja transmisión frente a otras ciudades colombianas, los casos van en aumento y es necesario mantener las acciones de control en el tiempo para mantener baja la velocidad del contagio.
"Porque es reconocido que en tanto seamos susceptibles, como lo somos todos a este evento, el riesgo será permanente y las acciones que lo contengan también", expuso.
En cuanto a la evolución de la pandemia en Colombia, la funcionaria destacó las acciones iniciales del Gobierno colombiano cuando se confirmaron los primeros casos de la COVID-19 como el cierre de fronteras y colegios y el aislamiento preventivo obligatorio nacional.
Estas medidas, dijo, le dieron la oportunidad al Gobierno para mejorar la capacidad de respuesta de la red de prestación de servicios de salud tras la flexibilización del aislamiento obligatorio que ya cuenta con más de 40 excepciones.
"De no haber tomado las medidas que fueron implementadas el país estaría sufriendo serias afectaciones y déficit en la capacidad de respuesta y atención adecuada de casos, con mayores consecuencias en indicadores como la letalidad", indicó.
Asimismo explicó que "es importante tener en cuenta que dado que la magnitud de casos es mayor, veremos cada día un número considerable de contagios".
En cuanto a la evolución de la pandemia en Latinoamérica la funcionaria reconoció que existen grandes desafíos en temas como el acceso a la salud en las zonas rurales y las intervenciones médicas acordes a la cultura e idiosincrasia de las diversas poblaciones.
"Es necesario tener un plan de respuesta que incluya a las poblaciones de mayor vulnerabilidad, las poblaciones en situación de pobreza en zonas urbanas, las poblaciones en zonas rurales dispersas, las poblaciones migrantes, los pueblos indígenas y los afrodescendientes, entre otros", manifestó.
También celebró que la mayoría de países de Latinoamérica hayan implementado medidas de salud pública que desaceleraron la propagación del virus y que ayudaron a salvar vidas.
Asimismo recordó que las medidas de prevención como el distanciamiento social, higiene de manos y uso de mascarillas que dependen de cada individuo, son determinantes en la contención de la pandemia en el mundo.
De acuerdo con las estimaciones de la OPS en las condiciones actuales, países como Chile y Colombia tendrán el pico de la pandemia a mediados de julio mientras que países como Argentina, Bolivia, Brasil, Perú, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá, lo tendrán durante el mes de agosto. Fin