Frente al coronavirus, el hombre viene a ser el sexo débil. Los registros comprueban que al ser infectado, los del sexo masculino le va peor que a la mujer.
Por esa causa, científicos de Estados Unidos están tratando de establecer por qué los hombres tienen muchas más probabilidades de morir de COVID-19, publica en su portal dedicado al coronavirus la Universidad de Johns Hopkins de Estados Unidos.
De acuerdo al reporte los investigadores estudian los efectos del coronavirus tanto en hombres como en mujeres y que se ha descubierto que los hombres tienen más probabilidades de sufrir peores resultados de la enfermedad y tienen hasta 2.4 veces más probabilidades de morir.
“La brecha de género del coronavirus es similar a las observadas con enfermedades como la gripe y la hepatitis, de las cuales las mujeres tienden a recuperarse más rápido que los hombres” sostiene.
Observa que las mujeres también suelen generar respuestas inmunes más fuertes de las vacunas.
La doctora Sabra Klein, quien estudia las diferencias de género en la respuesta inmune a los virus y la vacunación en Johns Hopkins, refiere que una de las preguntas más importantes que ttiene es la medida en que estas diferencias entre hombres y mujeres están siendo mediadas por nuestras hormonas versus nuestros genes".
Algunos científicos creen que la ventaja radica en el cromosoma X, que transporta genes vinculados a la función inmune. Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres solo tienen uno.
Mientras que la doctora Sara Ghandehari investiga si la brecha de género COVID-19 podría estar relacionada con las hormonas estrógeno, testosterona y progesterona que apoyan el embarazo. Ella está realizando un estudio sobre la teoría después de observar que las mujeres embarazadas tienden a tener una "presentación leve" del virus.
En el estudio, 40 hombres infectados con COVID-19 recibirán un curso de progesterona de cinco días para ver si aumenta sus probabilidades de sobrevivir a la par de las mujeres.
"La esperanza es que la progesterona llegue a la enfermedad cuando esté en un nivel que no haya una cantidad abrumadora de inflamación", explicó Ghandehari.
Un mes después de vencer al virus y ser dado de alta, todavía estaba débil y necesitaba oxígeno suplementario.
"No tengo asma, no fumo, no tengo EPOC, no tengo hipertensión, colesterol alto, nada", dijo Leo Begazo. "Debería recuperarme más rápido y más fácil, y en realidad fue al revés".