Aún no se ha instalado el nuevo gobierno que encabezará el presidente electo Luis Abinader, y ya los futuros ministros anunciados que formarán parte del gabinete están anunciando medidas a ejecutar que, todo indica, no son muy agradables para la población.
Una de las razones por la que la ciudadanía votó masivamente en contra del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su candidato fue porque “se jartó” de la altanería, insensibilidad, indiferencia y prepotencia que el gobierno y los funcionarios peledeístas ejercieron durante 20 años en el poder.
Si en verdad los futuros funcionarios del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) van a poner sus oídos en el corazón del pueblo para escuchar sus reclamos y preocupaciones, deberían ponerlo en práctica hoy en día antes y después de tomar juramento el próximo 16 de agosto.
Quienes residimos en el exterior, entiéndase la diáspora, no estamos ajenos a los problemas socioeconómicos y políticos de nuestros familiares y amigos en República Dominicana, porque aún a distancia, somos soporte económico y moral de ellos.
Cuando la crisis económica aumenta en nuestro país, igualmente aumentan los aportes económicos con el envío de más dinero para suplir necesidades. Y cuando aumenta la criminalidad e inseguridad colectiva, aumentan nuestras preocupaciones y tristezas, por lo hacemos esfuerzos para luchar juntos, sin importar la distancia que nos separa para buscar soluciones.
Por eso, al llegar la oportunidad de decir no más, estamos hartos de tantos abusos, lo hicimos en conjunto en franca solidaridad con nuestros familiares y amigos, manifestando nuestros sentimientos democráticamente a través de las urnas el pasado 5 de julio, utilizando el poder que nos otorga la Constitución de la República a través del voto libre y soberano.
El mensaje de los dominicanos residentes en el exterior fue tan contundente y masivo como el de nuestros connacionales que residen en el territorio nacional, siendo mayoritario en las tres circunscripciones en contra de los desaprensivos del gobierno peledeísta encabezado por el saliente presidente Danilo Medina Sánchez.
Hoy en día vemos con gran preocupación lo que probablemente será una de las primeras medidas del ya anunciado nuevo ministro de Educación, Roberto Fulcar, identificado como el ideólogo y gran estratega de campaña en el triunfo del presidente electo, Luis Abinader.
Fulcar afirmó recientemente que la apertura escolar está programada tal y como se ha acordado con las autoridades salientes. ¡Qué barbaridad! coincidir con los fracasados que ya se van.
De continuar su proyectado plan de apertura del año escolar, Fulcar está planificando poner en peligro a más de 2.5 millones de estudiantes de la educación básica y media del país.
Pero eso no es todo. Obligaría a millones de padres y tutores a desembolsar millones de pesos en reinscripción y gastos en útiles escolares que posiblemente no sea necesario, debido a que es casi seguro que el nuevo gobierno se verá en la obligación de ordenar que los alumnos estudien vía internet, ante la imposibilidad de asistir a las escuelas públicas y privadas por el aumento del Covid-19.
Ante la situación de la pandemia en la actualidad, ningún padre de familia enviaría a su hijo a enfrentar un posible contagio del Coronavirus en un centro educativo repleto de estudiantes, que por edad y otras razones podrían no cumplir con los protocolos de salud y seguridad recomendados, especialmente el uso obligatorio de mascarillas.
Como buen educador, el próximo ministro de Educación debe saber que los niños en sus momentos de entretenimiento y distracción jugando con sus compañeros, las mascarillas son una molestia y dificultan la respiración cuando se está corriendo o brincando.
Fulcar, considerado quizás el principal estratega político de Abinader y el PRM, debe poner en práctica medidas que vayan acorde con la preservación de la salud de los estudiantes a nivel nacional.
Su resumé o “background” profesional es brillante, indica mucha capacidad y experiencia en materia de educación, por lo que no dudamos en el éxito de su nueva gestión que le ha sido asignada.
Antes que anunciar apertura escolar en medio de la pandemia, Fulcar debe observar el indetenible ascenso contagioso de la pandemia y su secuela de muerte a nivel nacional.
El pasado viernes, el Ministerio de Salud Pública había reportado más de 50 mil infectados, y dentro de pocos días República Dominicana superará la cifra de mil muertos por culpa del Covid-19.
Ante esa negativa y preocupante realidad, es muy probable que en cualquier momento entre en vigor otra cuarentena de 45 días que ya fue aprobada por una de las cámaras del Congreso dominicano, medida que podría ser extendida si la pandemia continúa su vertiginoso ascenso como hasta ahora.
Si lo que queremos es parar la propagación de la pandemia, no solamente enfoquemos nuestro interés en someter a los adultos a una cuarentena de salvamento en sus hogares, pensemos en nuestros niños, a ellos también hay que protegerlos porque el Covid-19 no tiene preferencias.
Estudiando desde sus casas virtualmente tiene que ser más seguro que haciéndolo colectivamente bajo un techo escolar o centro educativo.