Por María Estela de León.- Nos sumamos al concierto de ciudadanos que están cónsono a que, en República Dominicana, se haga una reestructuración profunda a las instituciones gubernamentales que tienen dualidad de funciones, y la eliminación de otras que son una carga para el erario público.
En ese sentido, entendemos que es necesario la creación del “Ministerio de la Familia” que el acoja a los que hoy son: “Ministerio de la Mujer”, “Ministerio de la Juventud”, “Consejo Nacional para la Niñez y el Consejo Nacional de las Personas Envejecientes (CONAPE)”
Dicha medida permitirá que una sola entidad trace las políticas públicas, ejecute los programas y de seguimientos a las iniciativas tendentes a proteger: A las mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes, jóvenes y adultos mayores.
Con ello se logrará hacer un programa de desarrollo nacional e inclusivo a largo plazo, con miras a proteger los derechos tanto de la mujer como de los demás miembros de la familia, esto permitirá que el Estado a través de los gobiernos dirijan sus acciones y proyectos a la consecución de acciones más efectivas y contundentes para esos segmentos de la sociedad.
Con esta acción el gobierno evita la fuga de recursos económicos y humanos que tanta falta hacen en estos momentos apremiante, elimina la dualidad de funciones en entidades diferentes, que tienen asignaciones presupuestarias dirigidas a un mismo núcleo: La familia.
Los dominicanos están ante grandes retos y desafíos apremiantes a propósito de la instauración del nuevo gobierno. Las situaciones que requieren de atenciones y medidas inaplazables son; controlar la expansión de la pandemia, el sostenimiento del sistema sanitario y la recuperación de los empleos que se han perdido producto del cierre de las actividades comerciales por la situación calamitosa, la cual ha afectado gravemente a todos los sectores de la economía y con ellos a la familia.
Controlar el gasto público es una de las medidas de extrema urgencia, a fin canalizar los recursos hacia el sector salud y las entidades relacionadas con el tema. El debilitamiento de los sistemas económicos y sanitarios, son las situaciones más preocupantes y las que tienen en jaque a los gobernantes, los que ante tal escenario se han visto obligados a buscar salidas a veces odiosas, con miras a optimizar los recursos para hacer frente a la crisis sanitaria y económica, de magnitud global.
En ese contexto entendemos que primero esta la salud para poder preservar vidas y luego los demás derechos. El Estado a través de las autoridades gubernamentales tiene que buscar los recursos para hacer frente a los retos de este nuevo orden social y económico.
La familia es todo, por ella vale la pena embarcarse, pues es ella el núcleo y el eje central de la sociedad. Protegerla y desarrollar políticas públicas real y efectivas, es hacer viable una nación.
Una frase del Papa Juan Pablo II, invita a mirar hacia el interior de la familia y visualizar la sociedad en su conjunto “Cómo va la familia, así va la nación, así va el mundo en el que todos vivimos”.
La autora es dominicana, abogada y periodista