Danilo Medina pasará a la historia como el presidente dominicano en cuyo mandato se depredó con mayor fuerza y sistematicidad, el medioambiente: la Sierra de Bahoruco, la Laguna de Rincón, Bávaro, la Loma Diego de Ocampo, el Río Bajabonico, el Río Yasica y todo Cabarete jamás olvidarán a Danilo Medina porque lo que le está ocurriendo es inaudito cada día y cada noche, el Bajabonico es objeto de extracciones indiscriminadas con la anuencia del Ministro del ramo, el cual no escapará a la mano de la justicia.
Tampoco podrán olvidarlo los habitantes de la provincia Santo Domingo, pues la inauguración de la ilegal obra consistente en una parada de buses sobre el Río Brujuela y en terrenos del Parque del Este no permitirán a los habitantes de esa provincia ni al resto del país, olvidar que el presidente saliente, pasó sobre cinco decisiones del tribunal constitucional conduciendo a una magistrada de esa alta corte a tildarlo de déspota, actitud con la que salva la honra de ese alto tribunal; al síndico del Santo Domingo Este a protestas disueltas a bombazos junto al senador electo de la misma provincia y a cuantos ciudadanos se manifestaron en contra de tal despropósito.
La loma Miranda y sus ríos no podrán olvidar a Danilo; tampoco Valle Nuevo, ni el Parque Nacional del Este ni la zona de Bayahibe en general. Todos sufrieron la impronta de un gobierno excluyente e irrespetuoso de la legalidad democrática y del Estado Constitucional de Derecho en el ámbito ambiental. La política ambiental de Danilo tuvo la depredación sistemática de la foresta nacional como objeto. Sus decisiones sobre el cambio climático no fueron sino declaraciones ante foros internacionales y ante la prensa nacional.
La toma de las áreas forestales para el conuquismo y la agro explotación de aguacates fueron el próposito de su política en materia ambiental, lo cual es un despropósito pues una cosa es el bosque forestal productor de lluvias y otra muy diferente una explotación agrícola frutal o vegetal.
La construcción de escuelas en parques, en las riberas de ríos y cañadas fue otro deporte practicado por el saliente en desmedro de las leyes ambientales, de organización territorial, de la construcción y del urbanismo.
Este presidente, llegó a auto proclamarse como sordo y de poco hablar, hizo todo cuanto estuvo a su alcance para convencernos de lo mal que lo puede hacer un gobernante cuando no escucha al pueblo y cuando no cree en la democracia más que en calidad depredador de las leyes.
Obvio, alguien que fue capaz de modificar la constitución en su provecho, para reelegirse y pretender repetir esta violación por segunda vez, no puede esperarse menos en materia ambiental.
La desgracia liberal de la República Dominicana ha estado siempre campeada por figuras como la de Danilo. Por ello nuestro pueblo es conservador, por ello, nuestro pueblo no cree en la lealtad del gobernante por eso el dominicano es chivo, por eso, en ocasiones, realiza acciones desesperadas que parecerían suicidio pero que bien observada la situación, no son sino salidas para escapar del oprobio a que lo someten personajes siniestros que por desgracia llegan a dirigirlo haciendo uso y abuso de la mentira más allá de donde lo recomienda Robert Green. Lo único que salva a Danilo del escarnio público es el deplorable rol jugado por el comité político de su partido, ahí la dignidad escasea y nadie tuvo la valentía de advertir al primer mandatario de que iba por mal camino.
Danilo después de destruir el boschismo, mediante la ley de partidos 33-19 sobre agrupaciones políticas, creando una estructura dineraria para que jamás un joven de pueblo, de barrio o del campo, pueda acceder a un puesto público, en desprecio total por las enseñanzas del fundador del PLD, Partido que dicho sea de paso, tampoco se salvó del Atila Danilo impuso unas primarias y luego un fraude.
Faltaría por saber ¿Cuál será la actitud del gobierno entrante ante estos hechos? ¿Nuevo borrón y cuenta nueva o se exigirá rendición de cuentas y consecuencias ante los tribunales? Lo cierto es que, por ejemplo, en Cabarete, ya han procedido por ante la justicia; que el movimiento consumista estudia junto al movimiento ambientalista encauzar al ministro de medioambiente, teniendo claro de que junto al presidente saliente, son los responsables del desastre en materia de política ambiental. El tiempo nos dirá si la administración de justicia es tan mala como Danilo o si por el contrario se ha tomado en serio aquello de que es la guardiana de la democracia.
Porque, en verdad, la administración de justicia, está llamada a eliminar desequilibrio con sus decisiones, sin embargo, al menos con lo del Parque del Este sus decisiones han sido al menos que letras muertas en manos de un déspota. DLH-12-8-2020