El Secretario de Asuntos Jurídicos del Partido de la Liberación Dominicana, José Dantés Díaz, afirmó este lunes que la representación de la segunda mayoría política en dicho hemiciclo la ostenta el PLD, toda vez que en los resultados de las últimas elecciones congresuales el PLD obtuvo seis escaños en el Senado de la República.
A juicio de Dantés Díaz, el concepto de mayorías congresuales está sujeto a un elemento objetivo, que en este caso son los resultados electorales de cada organización política en las elecciones, por lo que no está supeditado a una decisión unipersonal de un legislador en un momento determinado.
“La Constitución procura un cuadro orgánico que se desprende de los resultados electorales que obtuvieron los partidos políticos en cada proceso eleccionario. Si asumimos que la mayoría política congresual se construye basada en la libre disposición de los congresistas, entonces las mayorías políticas legislativas serían muy volubles y veleidosas, según los vaivenes de cada senador o diputado”, agregó el jurista.
Considera que la única forma de calcular una mayoría legislativa en general, y más aún para el caso de los representantes del Consejo Nacional de la Magistratura, que no dé lugar a ningún tipo de arbitrariedad ni discrecionalidad subjetiva, es hacerla en base a los resultados que obtuvieron las organizaciones políticas que participaron en el certamen electoral más reciente.
“Este criterio se confirma cuando la Constitución establece claramente, en su artículo 77.1, que cuando por cualquier motivo ocurran vacantes de senadores o diputados, la cámara correspondiente escogerá su sustituto de la terna que le presente el organismo superior del partido que lo postuló; o sea, que la suplencia es responsabilidad de la organización política, no del senador o diputado que ha producido la vacante”, dijo Dantés.
“De no ser así, entonces cualquier legislador o grupo de legisladores electos por un partido tendrían la facultad de cambiar las mayorías legislativas a su antojo cada vez que así lo decidieron, y con ello alterar el orden de cosas, lo cual es contrario a los principios democráticos más elementales”, concluyó.