Tegucigalpa, 20 agosto del 2020.- Tras una pandemia tan prolongada en el mundo como ha sido la COVID-19, los gobiernos han dirigido sus esfuerzos en la prevención y contención del virus. La emergencia provocó que varios países optaran por establecer acciones de cuarentena y confinamiento de personas, afectando el crecimiento económico y social, un escenario que fue abordado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), a través del Foro Virtual: Impacto Económico y Social del COVID-19 y desafíos futuros para Centroamérica y República Dominicana.
En el foro se analizó la dimensión del impacto económico y social que supone la actual crisis del COVID-19 en Centroamérica y República Dominicana, su efecto en el crecimiento económico de la región, además se discutieron medidas, políticas monetarias y fiscales implementadas por los gobiernos, para mitigar los efectos negativos derivados de la pandemia.
En la búsqueda del mejor camino, el Presidente Ejecutivo del BCIE, Dr. Dante Mossi, manifestó que, en la fase de reactivación económica, es importante que los países inviertan en programas para proveer alimentos a las familias desempleadas y apoyar a pequeñas y medianas empresas para que vuelvan a generar puestos de trabajo.
El representante del Banco instó a dinamizar el mercado interno centroamericano ante la caída de algunos de los principales mercados de exportación de los productos de la región, como EE.UU. y la Unión Europea. “El comercio interno nos hace muy fuertes”, comentó.
Durante el foro participaron como expositores Domingo González, Secretario Ejecutivo del SEMCA; Melvin Redondo, Secretario General de SIECA; Alicia Bárcenas, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Eduardo Espinoza, Director del Centro de Estudios de SIECA y Florencia Castro-Leal, Economista en Jefe del BCIE.
La multilateral al inicio de la pandemia junto a sus países socios retomó las recomendaciones de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del SICA para diseñar y aprobar el Programa de Emergencia de Apoyo y Preparación ante el COVID-19 y de Reactivación Económica de alrededor de USD 2,000 millones, anexo a esto ha puesto a disposición de las autoridades de los gobiernos recursos reembolsables y no reembolsables separados por componente de acuerdo con el enfoque de la respuesta.
Con la propuesta definida por el Banco, prevé reducir los impactos económicos generados a partir de la crisis sanitaria, atender las principales necesidades de los países miembros y socios extrarregionales.