Por la doctora Juana Encarnación. Los tomadores de decisiones de los sistemas educativos del mundo, se encuentran frente a una encrucijada, buscando la mejor manera de abrir un nuevo año escolar sin que afecte la salud de sus actores principales que son los maestros y los estudiantes.
En nuestra condición de maestra de más de 30 años pensamos en la complejidad de la situación y sobretodo en el estado emocional de nuestros maestros que son los actores de primera línea en el desarrollo del proceso de enseñanza.
El 68.4% de los maestros manifiestan sentirse agotados emocionalmente. Ese agotamiento es atribuido al tiempo en que les ha tocado vivir durante la pandemia del Covid 19. Tal situación les genera estrés, desmotivación, estados depresivos, pérdida de energía, sentimientos de angustia y en cierto momento se produce una neutralidad emocional, tal y como expresa el 82.8%, provocándoles una confusión de sentimientos, al pensar si se adapto a tal situación o escapa de ella.
Los datos fueron recogidos en una encuesta realizada a 215 maestros y maestras del sector educativo dominicano, que de manera voluntaria accedieron a dar respuestas a los ítems presentados a través de un google form, enviado vía WhatsApp. El 51.6% de los participantes tiene más de 40 años de edad y un 78.4% son mujeres.
La emoción negativa predominante en las revelaciones de los participantes del estudio se refiere al miedo a involucrarse mucho con las demás personas, según lo expresado por el 62.8% , lo que les produce además una serie de conflictos internos y un estado de ansiedad ante el peligro de contagio con la enfermedad, por las características de sintomáticos y asintomáticos del virus.
A pesar de sentirse con esa fatiga emocional, las maestras y los maestros del estudio identificaron una red de apoyo a su alrededor conformada por la familia, pareja, amigos y compañeros de trabajo. De esta manera, lo declara el 97.2% que se siente rodeado de atención, apoya a sus semejantes y sabe ser amigo-a en este momento de incertidumbre. No obstante, ha tenido que cambiar muchos hábitos de su vida, tales como: permanecer en casa, cambiar su horario laboral, aprender y reaprender a usar las tecnologías, la alimentación, la vida espiritual, entre otros.
Frente a esa situación y el anuncio del inicio del próximo año escolar, recomendamos al Ministerio de Educación que a través de la Dirección General de Orientación y Psicología, se realice un programa de intervención sobre educación emocional, que les permita poner en práctica estrategias para el desarrollo de habilidades emocionales y sociales, ante el reto que les toca enfrentar al entrar a cada familia dominicana.
El maestro se enfrentará a una dinámica distinta a través de la educación a distancia y virtual, por tanto debe sentirse sano emocionalmente para poder afrontar las distintas situaciones durante el proceso de enseñanza y aprendizaje.
En una segunda entrega, seguiremos presentando y analizando los datos del estudio y estaremos ofreciendo algunas técnicas y estrategias para el desarrollo del programa de intervención en educación emocional que proponemos.
La autora es doctora en psicología de la educación y desarrollo humano y vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UASD.