Por Rafael Fernández. Los términos peyorativos son exclusivamente de individuos groseros y tercos, no hay definición alguna, mas acerteda para estos elementos grotescos, del parnaso politico dominicano.
Siempre están tanteando su osadía medalamanariamente, usted los ve que todo le hiede y nada le huele, y que estos fetido seres humanos, no saben que las flores más olorosas y las que expanden la aroma mas exquisita se dan en el muladar.
Da pena, que muchos lacayos con ribetes de intelecto refinado, se hagan pasar por la gloria y la cumbre de la moral, donde realmente defienden ideas banales y carcomidas por los bajos instintos que profesan a todo lo largo y ancho del estado de demencia e incongruencias mentales de estos.
El ser ingrato, denota falta de costumbre, falta de respeto, se le olvida que tu como persona, luchaste para que el tuviera paz y armonía dentro del ambiente en que hoy se desenvuelve.
Construir confianza, construir un liderazgo, construir un ente social, construir una mentira para hacerla realidad, donde nadie le cree a esa persona, construirle la confianza de muchos que no te creían en realidad, no es tarea sencilla ni fácil para lidiar.
La situación engorrosa que llevan muchos, con su falta de respeto y su situación dañina de enfrentarlo todo, no les traerá nada bueno en cuanto a honestidad y seriedad.
Creo y entiendo que el hombre debe ser agradecido y muy consciente de sus esfuerzos y del esfuerzo de los demás, a nadie se le debe ocurrir pensar que un liderazgo debe ser construido a sangre y fuego para luego por un desliz sufrir un desplante o un sesgo lleno de ingratitud y de burla. RF