“Cuando los fiscales, investigadores y periodistas dependen cada vez más de fotografías y videos publicados públicamente en las redes sociales, estas plataformas deberían tomar más medidas para garantizar que puedan tener acceso a posibles pruebas de delitos graves”: Belkis Wille.
NUEVA YORK, 10 sep 2020 (IPS) – Las plataformas de redes sociales están eliminando contenido en línea que consideran terrorista, extremista violento o cargado de odio, de un modo que impide su potencial uso para investigar delitos graves, entre ellos los crímenes de guerra, alertó Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado este jueves 10.
Belkis Wille, investigadora principal del departamento de crisis y conflicto de esa oenegé humanitaria, dijo que “parte del contenido que Facebook, YouTube y otras plataformas están eliminando tiene un valor crucial e insustituible como evidencia de atrocidades cometidas contra los derechos humanos”.
Para HRW es comprensible que estas plataformas borren el contenido que incite o promueva la violencia, pero deberían asegurarse de que ese material se archive para que pueda ser utilizado para hacer que los responsables rindan cuentas.
“Cuando los fiscales, investigadores y periodistas dependen cada vez más de fotografías y videos publicados públicamente en las redes sociales, estas plataformas deberían tomar más medidas para garantizar que puedan tener acceso a posibles pruebas de delitos graves”, dijo Wille.
En los últimos años, las empresas de redes sociales como Facebook, YouTube y Twitter intensificaron sus esfuerzos para borrar de sus plataformas las publicaciones que consideran que violan sus reglas, pautas comunitarias o estándares de acuerdo con sus términos de servicio.
Eso incluye contenido que consideran terrorista o extremista violento, discurso del odio, odio organizado, conducta de odio y amenazas violentas.
Las empresas utilizan con mayor frecuencia algoritmos para identificar y eliminar publicaciones ofensivas, en algunos casos de manera tan rápida que ningún usuario llega a ver el contenido antes de ser eliminado, y los gobiernos de todo el mundo han alentado esta tendencia, indicó el informe de HRW.
Desde 2017, grupos defensores de derechos humanos han pedido a las empresas de redes sociales que mejoren la transparencia y la rendición de cuentas en torno a la eliminación de contenido.
Ese contenido, en particular las fotografías y los vídeos publicados por víctimas, responsables y testigos de abusos, adquiere cada vez mayor protagonismo en algunos juicios por crímenes de guerra y otros delitos graves, incluso en la Corte Penal Internacional, según HRW.
También ayuda a los medios de comunicación y a la sociedad civil a documentar atrocidades y otras vulneraciones, como los ataques con armas químicas en Siria, la represión por parte de las fuerzas de seguridad en Sudán y los abusos policiales en Estados Unidos.
HRW nutrió su informe con entrevistas a 26 expertos, entre investigadores con mandato internacional, abogados, ex fiscales, agentes de seguridad y otros funcionarios, archivistas, estadísticos, periodistas, parlamentarios y activistas de organizaciones de la sociedad civil.
También revisó el contenido de Facebook, Twitter y YouTube que ha citado en sus informes para respaldar acusaciones de abuso desde 2007, y de 5396 piezas referenciadas en 4739 informes, la gran mayoría de los cuales se publicaron en los últimos cinco años, se habían eliminado 619 (11 por ciento).
En cartas enviadas a Facebook, Twitter y Google en mayo de 2020, HRW compartió los enlaces a estos contenidos que habían sido eliminados y preguntó a las empresas si podía recuperar el acceso con fines de archivo. La solicitud no fue concedida.
El informe de HRW “Video Unavailable: Social Media Platforms Remove Evidence of War Crimes” (“Video no disponible: las plataformas de redes sociales eliminan evidencia de crímenes de guerra”) insta a todas las partes interesadas a desarrollar un mecanismo independiente para preservar las pruebas potenciales de delitos graves.
Entre esos interesados, las plataformas de redes sociales deberían asegurarse de que el contenido esté disponible para respaldar las investigaciones nacionales e internacionales, así como la investigación de organizaciones no gubernamentales, periodistas y académicos.
Organizaciones independientes y periodistas han desempeñado un papel vital en la documentación de atrocidades en todo el mundo, a menudo cuando no había órganos judiciales que realizaran investigaciones, recordó HRW.
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