Desde el inicio de la pandemia del coronavirus y ante sus efectos económicos desvastadores, la realidad del mundo y de nuestra nación tomaron un rumbo dramático.
Antes de esta crisis, la economía dominicana se había consolidado como la mejor de América Latina y se perfilaba a mantener ese sitial en el 2020, fruto del excelente manejo del gobierno de Danilo Medina.
En ese brillante manejo de la economía por parte de Danilo y su equipo económico, el aspecto del buen manejo de la deuda pública se convirtió en un punto importante. Algunos economistas del bando opositor y que hoy son parte del nuevo gobierno, llegaron a afirmar que el crecimiento económico de los gobiernos del PLD se debía a la gran deuda asumida. Ese criterio es incorrecto. Lo cierto es que los gobiernos de Leonel y Danilo, es decir del PLD, fueron bastante eficaces en el manejo de la deuda pública y la convirtieron en un soporte de la estabilidad económica.
En este tiempo, ante los graves efectos económicos de la pandemia que han frenado el crecimiento de la economía mundial, la deuda externa se convierte en una de las vías más efectivas para enfrentar la crisis. Y más aún para países como el nuestro, donde la economía ha sido devastada en una dimensión histórica y no tenemos recursos ahorrados para enfrentar situaciones como esta.
En ese orden, creo muy correcta la decisión del gobierno de Luis Abinader de haber logrado la colocación de 3,800 millones de dólares en los mercados financieros internacionales. De acuerdo a las nuevas autoridades, ese amplio monto de dinero servirá para sustentar el presupuesto complementario y mantener los programas de ayuda social del gobierno hasta fin de año.
Hay que estar muy consciente de que el hecho principal que permitió colocar esos bonos, fue la fortaleza histórica de la economía dominicana y el éxitoso manejo de la deuda externa realizado por el anterior gobieno de Danilo Medina. El actual gobierno de Abinader, que solo tiene un mes en el poder, encontró una gran alfombra roja dejada por Danilo y su equipo económico para que los organismos crediticios les abrieran las puertas y pudieran asumir esos 3,800 milones de dólares en condiciones muy convenientes para nuestra nación.
Esos bonos ayudarán a que el nuevo gobierno pueda culminar este año con menos complicaciones, pero también es una realidad que ese hecho muestra un salto cuantitativo muy grande en la deuda pública. Al dividir el monto de lo tomado como préstamo entre los 30 días del gobierno, eso da como resultado que este gobierno ha tomado prestado 127 millones de dólares por día. Y lo que es más impactante todavía: En un solo día la deuda pública se elevó un 4.7% del PIB. Eso, aunque puede ser entendible por la crisis de la pandemia, es muy preocupante de cara al mediano y largo plazo.
En este momento en que el gobierno de Luis Abinader ha tenido que tomar el camino del endeudamiento para sortear la crisis, esperamos que sean cautos y comedidos, que sepan manejar con eficacia esos recursos, y puedan realizar un gobierno tan eficiente y tan positivo, como el que ellos criticaron tanto en la oposición por usar la deuda como un mecanismo para la mantener la estabilidad económica y la paz social. Cosas veredes, Sancho…