La directora ejecutiva de Diversidad Dominicana alega que: “pagamos impuestos y tenemos los mismos derechos que los heterosexuales”.
Santo Domingo. Rosanna Marzán, directora ejecutiva de Diversidad Dominicana, institución que promueve la dignidad, el respeto y la igualdad en derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e Intersexuales (LGBTI) en la República Dominicana y el Caribe, denunció que las críticas externadas por sectores conservadores, debido a la presencia de la bandera LGBTIQ en la oficina de la viceministra Administrativa de la Presidencia, Delia Leticia Jorge Mera, evidencian una gran ignorancia, homofobia y discriminación. “Las personas de la comunidad LGBTIQ también somos dominicanos, pagamos impuestos y tenemos los mismos derechos que los heterosexuales”, externó Marzán.
En ese mismo tenor, la también ganadora el Premio Front Line Defenders 2019, junto a otros cinco galardonadas/os LGBTI+ de Túnez, Rusia, Indonesia y Malawi, comentó que los planteamientos realizados por el diputado Elías Wessin Chávez y el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), Feliciano Lacen, sobre el supuesto daño que los homosexuales le hacen a la familia dominicana, es totalmente incierto y que promueven el odio hacia dicha comunidad.
”Es mentira que la comunidad LGBTIQ esté en contra de la familia y de la reproducción. Todos nosotros venimos de familias heteronormativas, las cuales amamos y respetamos; pero nuestra sociedad, lastimosamente, no nos reconoce nuestros derechos a tener una familia, no nos reconocen el derecho a la filiación, de que nuestras parejas nos incluyan en su seguro médico”, se quejó.
La activista social también detalló que otra de las violaciones de derechos más frecuentes, hacia todos aquellos que no cumplen con los patrones de la heteronormatividad, se da en el sector laboral. “Para nuestra comunidad acceder a un puesto de trabajo continúa siendo mucho más difícil que para alguien que es heterosexual, sobre todo si eres una persona abiertamente gay o una persona transexual. Por igual, aquellos que ya tienen trabajo suelen vivir con miedo de que se descubra su orientación sexual y en caso de que se sepa, el bulling es constante de parte de los compañeros”.
Asimismo, Marzán alertó que “además del acoso sexual en el ámbito laboral a las mujeres lesbianas y bisexuales, situación que se da también en las familias, escuelas y universidades, así como en el entorno donde viven, la Policía Nacional continúa apresando y extorsionando, violentando y colocándoles drogas a las mujeres trans y demás miembros de la comunidad LGBTIQ, violentándoles su derecho a la libertad y fabricándoles expedientes. Por igual, está lo más peligroso: los crímenes de odio, que en su mayoría no suelen ser resueltos”.