El presidente dominicano Luis Abinader describió ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) como el nuevo coronavirus Covid-19 ha golpeado la economía de República Dominicana.
“En la República Dominicana, la pandemia nos ha golpeado con especial dureza. Hemos padecido un sistema de protección social precario, con un gasto social per cápita de 604 dólares frente al promedio regional de 941. Y ello, mientras se da la paradoja de que somos una de las naciones con mayor crecimiento económico de la región, pero que no ha conseguido, hasta ahora, cerrar la brecha de la desigualdad” manifestó el mandatario.
El gobernante caribeño expresó que todos los presentes en la asamblea saben que esa grieta sólo se puede reparar invirtiendo en Salud y Educación y que por ello el gobierno que encabeza está poniendo en marcha “el programa de salud pública más ambicioso de nuestra historia, para alcanzar la cobertura universal hacia finales de año al tiempo que aumentamos la inversión pública en el Sistema Nacional de Salud”.
“Y junto a ello, todo un plan de fomento de la Educación que, entre otras medidas, facilitará a estudiantes y profesores dispositivos electrónicos para que el Covid-19 no haga perder ni un instante de su proceso formativo” expresó Abinader
Comentó que el futuro no espera, y nuestros estudiantes no pueden perder ni un minuto de su formación. Los jóvenes han de ser una de nuestras prioridades. En ese sentido dijo que debemos trabajar para que tengan la mejor educación posible.
“En este sentido no hay mejor educación que la inclusiva. Es decir, aquella que fomenta la participación de los que se están formando en todos los ámbitos que les afecta” dijo el presidente dominicano.
Abinader se refirió a la aceptación que tuvo la iniciativa dominico-francesa de impulsar la resolución No. 2535, adoptada de manera unánime en el Consejo de Seguridad en julio 2020- con la cual se fortalece el compromiso de los Estados miembros con la agenda global de juventud, paz y seguridad y que involucra directamente a los jóvenes en estos planes.
El presidente Abinader también hizo un repaso por los esfuerzos de la ONU por alcanzar la paz y la seguridad, pero dijo que hablar de estas sin hablar de desarrollo es perder el tiempo.
Desde antes de la pandemia, esta organización ya estaba sumida en un proceso de reforma para poder asistir a los Estados Miembros en el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, refirió Abinader.
Pero dijo que es evidente que para poder alcanzar dichos objetivos es necesaria una "implementación acelerada" que cuente con el compromiso de los países desarrollados para tal fin.
“Sin embargo, a cinco años de adoptada la Agenda 2030, la mayoría de los países en desarrollo se encuentran rezagados. Las naciones de renta media como la República Dominicana enfrentan un reto particular porque si bien su economía avanza, prevalecen debilidades institucionales que conllevan a la desigualdad” añadió.
En ese sentido sugirió que sea modificada esa Agenda de forma que responda a la realidad y a los problemas de cada país.
Sugirió que en ámbito de la Salud, la asamblea de la ONU sirva para crear las condiciones de acceso universal a la vacuna contra el Covid-19 en cuanto el remedio esté disponible.
“Desde aquí, exigimos que la vacuna sea accesible a todos los seres humanos del planeta. Para esto nació una organización como esta. Para en momentos históricos estar a la altura. Para ello, es fundamental el papel de la Organización Mundial de la Salud, así como la creación de un fondo de solidaridad global que sirva como reserva para paliar los estragos de futuras pandemias.
En el ámbito de la Educación, dijo que se debe poner en común las experiencias más positivas en el campo de la formación online, de la capacitación de competencias y apoyar los esfuerzos inversores en las políticas educativas.
Por último, la ONU debe ser motor y guía para que el siglo XXI sea, de verdad, el siglo del conocimiento gracias a las nuevas tecnologías de la Comunicación. De ahí que acabar con la brecha digital sea una de las prioridades inaplazables para la comunidad internacional.