Se sintió positivamente la presencia del presidente de la República, Luis Abinader, en el corazón de San Pedro de Macorís, provincia injustamente olvidada y maltratada por los gobiernos.
Hubo anuncios y compromisos concretos desde la esfera gubernamental hacia los munícipes de Macorís del Mar, que involucrará la inversión de miles de millones de pesos en nuevas infraestructuras y reparaciones de instalaciones públicas.
Abinader anunció la reconstrucción del puerto sobre el río Higuamo, que servirá para fines turísticos y comerciales. La obra más demandada en las últimas cinco décadas.
Los ciudadanos de esta provincia están conscientes del peso específico que representa la zona portuaria para su desarrollo, y por eso, desde los mandatos presidenciales de Joaquín Balaguer; Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco, Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina vienen reclamando que la vieja infraestructura sea modernizada y ampliada.
Este puerto fue la columna vertebral de la economía local conjuntamente con la industria azucarera desde comienzo de la década del cincuenta y todavía en los años ochenta.
Sin embargo, pese a varios estudios de pre factibilidad realizados a instancias de anteriores administraciones no había voluntad política de convertir en realidad el sueño de transformar la estructura portuaria de San Pedro de Macorís en un enclave productivo a través del cual se incrementen las exportaciones e importaciones de productos y bienes industrializados.
Actualmente, la mayor actividad económica que genera el puerto local es por medio a las exportaciones de los azúcares del Ingenio Cristóbal Colón, propiedad del Grupo Vicini, con destino al mercado estadounidense.
También hay movilidad con la importación de Clínker, un componente traído desde los Estados Unidos y utilizado en las dos industrias de cemento que operan en las proximidades de San Pedro.
En la etapa floreciente de la industria azucarera en manos del Estado y sector privado, se registraba en esta localidad una dinámica económica de primera magnitud. El antiguo Consejo Estatal del Azúcar (CEA) administraba los ingenios Porvenir, Santa Fe, Quisqueya y Consuelo generando una dinámica de 25 mil empleos directos.
A San Pedro de Macorís venían centenares de trabajadores de las diferentes regiones del país y de la propia ciudad de Santo Domingo, atraídos por el dinamismo económico prevaleciente. Ello se reflejaba además, en la apertura de centros comerciales, restaurantes y una activa vida artístico-cultural.
Anuncio Esperanzador
El recorrido hecho por el presidente Abinader en instituciones y sectores de San Pedro de Macorís, el pasado sábado, levanta fe y esperanza a sus munícipes.
En concreto, el gobierno terminará la reparación del hospital regional Antonio Musa, obra abandonada por las anteriores autoridades, pese a que se “gastaron” mil trescientos millones de pesos en los últimos siete años.
Ahora, habrá que invertir más de mil millones de pesos para que ese centro público ofrezca servicios de calidad a la población oriental.
Abinader se comprometió a pensionar a siete mil trabajadores cañeros que desde hace una década vienen reclamando ese derecho. Pensiones que oscilan entre siete y ocho mil pesos mensuales.
¡Por fin!, se hará justicia con aquellos hombres y mujeres que dejaron el pellejo en los cañaverales y en las instalaciones de los ingenios en el otrora poderoso CEA.
Tras recorrer a pie el centro histórico de la Sultana del Este, el mandatario verificó las condiciones deplorables de sus emblemáticas edificaciones como la sede del primer cuerpo de bomberos civiles instalados en el país. También, el edificio Morey, en la calle Duarte, esquina Sánchez.
Las autoridades contemplan convertir la zona en un atractivo cultural para el visitante, y actualmente, brigadas de trabajadores del Ayuntamiento Municipal acondicionan la Duarte que será convertida en peatonal.
Valiosa Iniciativa
El mandatario se interesó en conocer la situación del sistema de alcantarillado pluvial y sanitario de esta ciudad oriental, que hace años está colapsado.
Ante una ligera llovizna las calles de San Pedro de Macorís quedan anegadas e intransitables, tanto en la periferia como en el casco urbano.
Más grave aún, es el deterioro del alcantarillado sanitario debido a que no hay actualmente una planta de tratamiento de aguas residuales, creando un serio problema ambiental. El hedor es insoportable.
El jefe de Estado habló de la importancia de reactivar la Zona Franca Industrial local, y para tales fines dejó iniciada la construcción de tres nuevas naves.
Abinader fue acompañado por el director del INDOTEL, Nelson Arroyo; el ministro de Industria y Comercio y Mypimes, Víctor Bisonó, la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, la gobernadora civil, Aracelis Villanueva Figueroa y el síndico municipal, Raymundo Ortiz.
Entre los residentes en esta provincia quedó la impresión de que esta vez el gobierno atenderá sus necesidades primarias, tras sucesivas promesas de los gobiernos de los últimos veinte años.
Artículo de Manuel Díaz Aponte