“La pandemia por coronavirus ha producido una verdadera catástrofe a nivel de la educación global. El liderazgo mundial debe apoyar la iniciativa del Vaticano de un Pacto Global Educativo”. WJS
La tragedia global que ha generado la pandemia por el coronavirus, no solo ha hecho sus estragos en la salud mundial, que tiene un saldo a la fecha mayor de 39.7 millones de personas contagiadas y más de 1.1 millones de fallecidos, con una frívola proyección de afectar a más de 100 millones de habitantes del planeta en los próximos 6 meses. Además, el impacto de la pandemia a nivel de la educación global ha sido calificado de “Catástrofe educativa global”.
El papa Francisco, advirtió de la catástrofe educativa que ha generado la pandemia de covid 19, el estima que cerca de 10 millones de niños en todo el mundo que no podrán volver a las escuelas y colegios, por causas de la crisis económica que abatiera el mundo por la pandemia, aumentando la brecha educativa con más de 250 millones de niños en edad escolar, excluido de cualquier actividad educativa aun en tiempo relativamente normales. El Vaticano está promoviendo el Pacto Global Educativo.
La Coalición Mundial para la Educación COVID-19, formada por la UNESCO, conformada por más de 140 organizaciones que se han unido en una alianza abierta con el noble plan de impulsar un plan y dar respuesta educativa ante la crisis de la COVID-19 a nivel mundial, regional y nacional. La UNESCO ha establecido que a la fecha 18 de octubre 2020, 1,080,650,839 estudiantes se han afectado en este año escolar por no poder acceder al curso de su escolaridad, 55.6% del total de alumnos matriculados. La directora de la UNESCO Audrey Azoulay, expresó: "Nunca antes habíamos sido testigos de una interrupción educativa a esta escala, la colaboración es el único camino a seguir. Esta Coalición es un llamamiento a la acción coordinada e innovadora para desbloquear soluciones que no solo apoyen a los alumnos y los maestros, sino también apoyen el proceso posterior de recuperación y a más largo plazo, con un enfoque basado en la inclusión y la equidad".
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, ha planteado que incluso antes de enfrentar la pandemia, la situación social en la región se estaba deteriorando, debido al aumento de los índices de pobreza y de pobreza extrema, la persistencia de las desigualdades y un creciente descontento social.
Ante de la pandemia había un importante desequilibrio en la educación a todos los niveles en los diferentes países, obvio, algunos con brecha educativa más amplia que otros, por ejemplo, según la UNESCO, cierre de las escuelas por causas de la pandemia en la República Dominicana, afectó un total de 3,105,800 estudiantes de ambos sexos y diferentes niveles de escolaridad.
El Banco Mundial, ha proclamado con gran preocupación que “estamos viviendo la que es potencialmente una de las mayores amenazas en nuestra vida para la educación global”. Estas precisiones la fundamenta en el indicador de “pobreza de aprendizajes”, es decir el porcentaje de niños que a los 10 años no pueden leer ni comprender un texto simple, era de 53 % en niños en países de ingresos bajos y medianos. Las cifras son antes de la crisis, lo que significa que la pandemia hará grandes estragos en los sectores más desprotegidos y residentes en lugares remotos.
Las tasas de deserción estudiantil, impactará en el futuro de la presente generación, produciéndose pérdida de logros alcanzados por la humanidad, razones por las cuales todos los países sobre todo aquellos de economías más deprimidas.
“La Coalición Mundial para la Educación COVID-19” de la UNESCO y el “Pacto Global Educativo” del Vaticano, son dos plataformas formidables, que deben ser aprovechadas por los países más ricos a nivel mundial, por ejemplo, esta es una oportunidad brillante para que los integrantes del G-20 realicen una Reunión por la Educación Global, porque mientras más pobre sea el conglomerado mundial, menos capacidades de consumo a nivel global.
Lo que ha sido una anatema para la humanidad puede convertirse en una magnífica oportunidad significará la “post pandemia del coronavirus”, dándoles nuevas orientaciones en la formación profesional acorde a las necesidades globales, formando el profesional de los nuevos tiempos, existe la necesidad de un nuevo modelo educativo y formación técnico profesional, ya que el actual modelo estaba dando aviso de agotamiento en los diferentes niveles académicos.
La Organización Internacional del Trabajo, en el documento “G20 Hechos y Cifras”, da una perspectiva general de hechos y cifras sobre el mundo del trabajo para los países del G20, estableció que la creciente demanda de habilidades cognitivas y sociales de alto nivel: en muchos países del G20, el empleo está cambiando hacia empleos que requieren habilidades cognitivas y socioemocionales de alto nivel o se caracterizan por tareas no estandarizadas, mientras que los trabajos con un alto contenido de rutina están siendo automatizado o deslocalizado en diversos grados. Esta transición está demostrando un gran desafío para los sistemas de educación y capacitación, en particular para los trabajadores poco calificados que necesitarán una recapacitación significativa. Esta realidad ser puede extrapolable a cualquier sociedad desarrollada. En los países en vía de desarrollo la transformación del mercado laboral ha sido más gradual, y todavía la tecnología no es causa de la gran preocupación, el cambio tecnológico hasta la fecha no parece haber dado lugar a un aumento significativo del desempleo, la manufactura y labor agrícola constituyen las mayores fuentes de empleos.
Las inversiones estratégicas de los países más poderosos, no deben estar orientadas hacia la carrera armamentista, sino, a la educación de sus diferentes países, el desencuentro imperial entre EE.UU y China hoy es por el mercado mundial, inverosímil por la balanza comercial, esto es una típica competencia entre dos sociedades del capitalismo avanzado, (Era de la Sociedad Post Capitalista de Peter Drucker). Esta guerra comercial deberá disminuir sin grandes esfuerzos en la medida de que la pandemia impacte rudamente la economía global y aumenten los niveles de pobreza a nivel del globo terráqueo, teniendo las naciones más avanzadas que disminuir su voracidad comercial a nivel global y regresar a la autarquía.
El autor es médico y diplomático, analista político internacional, ex embajador dominicano en la República Federal de Alemania, República Checa y República de Polonia, concurrente con la Federación Rusa