Dicen que a raíz de este engaño, la Agencia Estadounidense para el Medio Ambiente, EPA, prohibió la promoción del uso secundario o “beneficioso” de las cenizas de carbón, colocando un anuncio al respecto en su Página Web.
Los expertos que expusieron en el Panel Experiencias de Puerto Rico con las cenizas de carbón celebrado de forma viral en la tarde de ayer, aseguraron que las cenizas de carbón no sirven para nada y que el supuesto uso beneficioso de estos residuos es un engaño.
En el evento que fue auspiciado por la Eco Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA, y el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, CNLCC, los expositores afirmaron que la utilización de las cenizas de carbón de la planta de AES en la isla consistió en una disposición ilegal de estos residuos tóxicos.
La doctora Ruth Santiago, egresada de las universidades de Lehigh, Belhiehem, Pensilvania, y de Columbia, Nueva York, EUA, y con treinta años de ejercicio profesional, explicó que el uso de las cenizas de carbón como material de construcción y como rellenos produjo graves daños en la salud de las personas y en el medio ambiente, especialmente la contaminación del Acuífero del Sur de Puerto Rico con arsénico, borio, boro, vanadio, cromo polivalente y con otras sustancias tóxicas, según los estudios realizados por la propia empresa AES en los años 2007 y 2008.
Santiago manifestó que el producto bajo la marca Agremax patentizado por AES a base de los residuos resultantes de la quema de carbón, fue descalificado por la Agencia Medio Ambiental de los EUA, EPA, y la empresa multada con una fuerte suma.
Dijo la experta que a raíz de este engaño, la Agencia Estadounidense para el Medio Ambiente, EPA, prohibió la promoción del uso secundario o “beneficioso” de las cenizas de carbón, colocando un anuncio al respecto en su Página Web.
Señaló que la concentración de metales pesados y la gran cantidad de azufre en estos residuos, así como su nivel de radioactividad, no desaparecen con su utilización, sino que permanece constituyendo un alto riesgo de contaminación para las personas y el medio ambiente, especialmente para los cuerpos de agua.
Expuso que el doctor Osvaldo Rosario, PhD de la Universidad de Puerto Rico, demostró que las cenizas de carbón contienen uranio y polonio y que al quemar el carbón, los metales y los isótopos radiactivos (radiación ionizante) se concentran aumentando la radiación.
“Por esa razón, el profesor Rosario recomendó que se debe remover las cenizas de donde se ha depositado”, puntualizó.
La doctora Santiago indicó que las cenizas de carbón afectan de manera directa el sistema respiratorio de las personas, la alimentación y los cuerpos de agua, “por lo que se debe atender la recomendación del doctor Rosario de recoger estos residuos bajo cualquier forma en que hayan sido dispuestos. No existe manejo adecuado de estas cenizas ”.
La tragedia de las cenizas comenzó en Arroyo Barril
Omar Alfonso, otro de los panelistas, un laureado periodista de Puerto Rico que en los últimos años se ha dedicado a estudiar y a difundir los daños que causan las cenizas de carbón, relató que la tragedia de las cenizas tóxicas de carbón comenzó después que AES llevara a la República Dominicana 80 mil toneladas de estos residuos bajo el nombre de rockash, de las cuales se depositó una parte en Arroyo Barril, Samaná, y otra en Baría de Manzanillo, provincia Montecristi.
“La resistencia que provocó estas cenizas en República Dominicana que obligó a AES a pagar 6 millones de dólares al Gobierno para que fueran retiradas y que se enjuiciaran y condenaran a los funcionarios dominicanos que permitieron la importación y el depósito de estos residuos, condujo a que AES no volviera a intentar sacarlas fuera de Puerto Rico y las acumulara en el patio junto a la planta, comenzando a crear una gran montaña de 120 pies de altura, equivalente a un edificio de 12 pisos”, denunció Alfonso.
Planteó que ante el escándalo que produjo la montaña de cenizas, AES intentó declararlas como reutilizables en carreteras, en rellenos y en la construcción de viviendas.
“En vez de resolver el problema de las cenizas de carbón, lo empeoró expandiendo la contaminación letal de estos residuos más allá del entorno de la planta sin que las víctimas se percataran de los riesgos a los que estaban expuestas, lo que ya había ocurrido años antes en Arroyo Barril”, declaró.
Reveló que entre 2004 y 2011, se depositaron cenizas de carbón en once municipios de Puerto Rico como rellenos, para cubrir caminos y restaurar terrenos. En Ponce se depositaron 10 mil toneladas, en Salinas 609 mil 608 toneladas, en Guayama donde está situada la planta de AES, se enterraron un millón 21 mil toneladas, y 40 mil toneladas al lado de un río, para solo citar algunas de estas localidades.
Advirtió a la República Dominicana, especialmente a las autoridades, de no cometer con estas cenizas los mismos errores que en Puerto Rico en estos últimos 20 años y en Arroyo Barril, en la provincia Samaná, en los años 2003 y 2004.
“Ha quedado muy claro en Puerto Rico que las cenizas de carbón no sirven para nada y que allí donde se colocan producen un verdadero estrago contra la salud y el medio ambiente, es un problema sin solución”, resaltó Alfonso, quien fuera autor del reportaje “Una bomba de tiempo, las cenizas de carbón” ampliamente difundido en el país.
Ley 5 del 2 de enero de 2020 prohibió el depósito de cenizas en Puerto Rico
“Después de 20 años de sufrimientos, de luchas, de represión y de innumerables movilizaciones en Guayama, Salinas, Peñuelas y en San Juan, ante el Capitolio, y después de agotar recursos judiciales, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico aprobó una ley que prohíbe cualquier forma de depósito de las cenizas de carbón en la isla”, contó Víctor Alvarado Guzmán, un boricua de madre dominicana, nacido en el Bronx, Nueva York, EUA.
Explicó que los legisladores aprobaron esta ley, “a pesar de estar vigente la era de Trump pro-carbón y pro-fósil”, en razón de que la plataforma insular es muy vulnerable y frágil para contener estos residuos que requieren de un lugar seco, sin agua superficial ni subterránea, sin vegetación, despoblado y lejos de la costa.
Alvarado Guzmán que es uno de los principales líderes del movimiento social y comunitario en contra de las cenizas y actual candidato a senador, pidió perdón al pueblo dominicano en nombre de Puerto Rico “por haber permitido que la avaricia corporativa de AES trajera a República Dominicana el rockash en 2003 y 2004”.
Expresó su agradecimiento al pueblo dominicano, porque la lucha que libró contra el rockash abrió los ojos de los puertorriqueños sobre los daños de estos residuos tóxicos.
“Ahora nosotros estamos devolviendoles el favor recibido, advirtiendo que deben detener el carbón en Punta Catalina y no permitir el depósito ni la utilización de las cenizas tóxicas”, aseveró.
Enfatizó que la única forma de resolver la tragedia de las cenizas de carbón, es evitando su producción, cerrando todas las plantas de carbón.
Aclaró que aún continúa la lucha, aunque las cenizas de AES ahora son llevadas a un depósito de residuos peligrosos en Georgia, EUA, mientras continúe operando la planta de carbón de esa empresa en Guayama, al Sur de Puerto Rico.
“La ciudadanía exige en Puerto Rico que AES se haga responsable de los daños infligidos a las personas que han enfermado y fallecidos, y a las comunidades arruinadas en sus actividades productivas por la contaminación”, observó.
El Panel fue conducido por el maestro Jaime Rodríguez, director de Investigaciones Jurídicas y Política de la UASD, la introducción a la actividad y presentación de los expositores estuvo a cargo de Euren Cuevas Medina, director ejecutivo del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA, y el vocero del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, CNLCC, Enrique de León, resumió las conclusiones del evento.