No hay dudas que la elección de la nueva Junta central Electoral estuvo salpicada por la intromisión política y otros aspectos aún desconocidos, como se ha hecho en otras ocasiones, convirtiéndose en una costumbre.
Lo que parece indiscutible es que la escogencia se produjo gracias a un acuerdo entre el Gobierno, el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el opositor Fuerza del Pueblo (FP). Lo que también me extraña es que se hayan escogido personas desconocidas y algunas que tuvieron un pésimo desempeño durante la entrevista, obviando a otras con gran experiencia y un alto perfil académico y de intelectualidad.
Creo que a parte de lo político, tuvo que intervenir el amiguismo o no sé que otra cosa más, porque de lo contrario, no estuvieran ahí.
Los miembros titulares que ya fueron juramentados el miércoles son Ramón Andrés Jáquez Liranzo, presidente; Rafael Armando Vallejo, Dolores Altagracia Fernández, Patricia Lorenzo y Sami Shamir Isa, miembros.
Como suplentes fueron juramentados Dolores Bello Dotel, Pedro Antonio López Cornielle, Freddy Angel Castro Díaz, Anibelka Rosario e Hyralda Mercelle Fernández Guzmán.
El opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización que en la pasada gestión se mostró insaciable con el poder, al dirigir los principales estamentos del Estado y hasta modificar la Constitución de la República en el 2016 en base al chantaje, y querer hacer lo mismo en el 2020, no asistió al acto de juramentación de los nuevos miembros de la JCE.
Peor aún, su vocero en el Senado, Iván Lorenzo, se despachó diciendo que desconocerán todas las acciones del organismo por ser una junta “que ni es independiente ni tiene credibilidad, pero sobre todo no es representativa”. Esas son simples palabrerías, ya que no pueden hacer otra casa, que no sea llamar la atención.
Probablemente el PLD tenga algo de razón, pero ya la JCE fue electa con la apariencia de ser independiente y de que sus miembros son los mejores y que fueron escogidos por sus méritos.
Con la política o sin ella. Con el amiguismo o sin el, Sólo hay que esperar que trabajen de forma independientes, que lo haga bien y que tengan suerte, porque ya la gente sabe como protestar.