El gobierno del Partido Revolucionario Moderno que encabeza Luís Abinader comete un error –lo he dicho otras veces- debilitando al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) –cada vez más disminuido- y fortaleciendo a la Fuerza del Pueblo, al que tendrá que enfrentar en la contienda electoral del año 2024.
El PLD está en desbandada, empequeñecido en todos los municipios y provincias con la salida de importantes dirigentes y cuadros, entre ellos alcaldes, concejales, diputados y senadores. Y aun no comienzan los procesos judiciales en contra de muchos ex funcionarios, lo que agravará su situación, con el ingrediente de que el ex presidente Danilo Medina está impedido por ley a regresar al poder. Un “nunca jamás” pesa sobre su carrera política. Con Margarita Cedeño, también descartada, Gonzalo Castillo en el ojo del huracán de la justicia, el PLD es muy difícil que se levante, por lo menos en los próximos años.
El ex presidente Leonel Fernández –para muchos juristas también descartado por la Constitución– está ganando simpatías y adeptos. Está trabajando 24 horas al día los 7 días de la semana para convertirse en el líder de la oposición y optar por la presidencia nuevamente en el 2024 para lo que probablemente tenga que enfrentar al presidente Luís Abinader que de continuar las cosas como van en el PRM, no tendrá contrincante de fuerza y arraigo popular para enfrentarlo internamente.
Si es así, ¿por qué contribuir con el fortalecimiento de un adversario potencialmente poderoso como lo será la Fuerza del Pueblo? No entiendo por qué darle una cuota de poder al ex presidente Fernández, una cuota que no ganó en las elecciones, independientemente de que haya sido un factor en la derrota de Danilo Medina. Los aliados son coyunturales, y mucho más cuando ese aliado se convertirá en tu enemigo y tratará de derrotarte. Echarle maíz y abono a Leonel para que crezca como un pollo de granja, es como afilar cuchillo para tu propia garganta. Como dice un amigo, “el que le da pan a perro ajeno se queda sin pan y sin perro”.
Digo todo esto en el entendido de que el PRM quiera mantenerse en el poder por muchos años para realizar las transformaciones que demanda el Estado y la sociedad dominicana, si ese no es el propósito, me aparto. (No creo, como dicen por ahí, que haya un acuerdo Luis-Leonel, 4 tú y 4 yo. Sería imperdonable)
Después de las concesiones hechas en la JCE, se habla de otra similar en la Cámara de Cuentas y en el Tribunal Superior Electoral. ¡No lo puedo creer, sería el colmo del infantilismo político!
Ahora se habla en el Senado de entregarle la “segunda mayoría” a la Fuerza del Pueblo, es decir a Leonel, en el Consejo Nacional de la Magistratura, aprovechando algunas lagunas en la Constitución, en el reglamento, etc. Pienso que la “segunda mayoría” la gana el que más votos sacó en las elecciones después del primer lugar, o sea, del que ganó. El PRM tiene la primera mayoría, obviamente, pero la segunda, a juzgar por la cantidad de sufragios, la obtuvo el PLD, independientemente del transfuguismo que otra vez fue legalizado y legitimado por el TSE al permitir que Leonel fuera candidato después de haber perdido las primarias del partido del que fue su presidente por muchos años. (Lo del fraude no justifica la violación de la ley de partidos. Ese es otro tema) No entiendo una democracia que da el segundo lugar al partido que quedó en tercero, por razones políticas.
Ojalá que el PRM y su gobierno no paguen caro los errores que están cometiendo dándole oxígeno y fortaleciendo a un monstruo como Leonel Fernández, responsable de muchas de las cosas que hoy sufrimos los dominicanos al pasar 12 años por el Estado instaurando un sistema corrupto, clientelar y patriarcal sin un régimen de consecuencias. Los gobiernos del PLD, no sólo los dos de Danilo, sino los tres de Leonel, fueron igualmente corruptos, igualmente dañinos para el país. No hagamos exclusiones que la historia no hará.