El pasado 25 de diciembre, Día de Navidad, estuve recorriendo varias calles y avenidas de la ciudad de Nueva York, aprovechando la temperatura que se encontraba en 55 grados Fahrenheit (12.7 grados Celsius), raramente alta para esta temporada invernal.
Observé en mi caminata que, salvo los centros farmacéuticos, estaban cerrados las tiendas, supermercados, bancos comerciales y restaurantes. El tránsito vehicular muy reducido y el tráfico peatonal casi nulo.
Ante el incremento del contagio del Covid-19, es casi seguro que a las autoridades de Nueva York les convendría que todos fueran días de Navidad por lo menos durante dos semanas, y lograr así la reducción del contagio del coronavirus, sin necesidad de ordenar un cierre de actividades como ya contemplan ejecutar a mediados de enero próximo.
El alto en la jornada por la festividad navideña no fue exclusiva de los neoyorkinos. Se produjo en casi todos los estados de la Unión Americana y el resto del mundo bajo la influencia del cristianismo.
En conversación telefónica con algunos familiares y amigos en República Dominicana, comprobamos el mismo comportamiento de respeto por esta tradición.
Pero también nos relataron la tristeza que reina en muchos de dominicanos que han visto morir a familiares y amigos cercanos por culpa del Covid-19.
Los reportes médicos procedentes de las autoridades de salud sobre el incremento del contagio y muerte de dominicanos en todo el país son preocupantes.
¿Hasta cuándo estaremos los dominicanos viendo a nuestros familiares y amigos postrados en una cama de hospital esperando irreversiblemente la muerte, o sufriendo las consecuencias pulmonares y otros daños permanentes que genera el Covid-19?
¿Cuántos miles de compatriotas más tendrán que ser enterrados en 2021 envueltos en una bolsa plástica y sin recibir las exequias fúnebres de despedida en una funeraria o cementerio?
Médicos, enfermeras y especialistas en el tratamiento de enfermedades virales contagiosas, preocupados por la suerte de aquellos que han llegado severamente infectados del coronavirus, han enfrentado con éxito la crisis sanitaria utilizando vacunas importadas que fueron creadas para otros tipos de virus.
Entre las medicaciones aplicadas a la espera de una vacuna oficial efectiva se han utilizado con éxito la Ivermectina, la Hidroxicloroquina, Melatonina, Citromicina, vitaminas y aspirinas en primer orden, salvando con ello a más de 127,800 de sus pacientes.
Otros miles de dominicanos se han recuperados gracias a que familiares han usado la combinación de yerbas y medicinas naturales elaboradas en sus hogares tras detectar los primeros síntomas del coronavirus.
Sabemos que la pandemia del coronavirus desaparecerá en la medida en que las nuevas vacunas que ya se están aplicando a nivel mundial logren la inmunización prometida. Pero esto se tomará varios años.
Naciones como Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, Israel, Alemania, México y Argentina, entre otras, ya iniciaron la vacunación masiva de sus ciudadanos contra el Covid-19, ahora con nueva cepa más contagiosa.
A pesar de las más de 2,400 muertes y más de 165,900 infectados en República Dominicana, al día de hoy, domingo 27, aún se desconoce cuándo los dominicanos recibirán la noticia por parte de las autoridades de que por fin recibirán las vacunas anti Covid-19 para el inicio de la urgente inmunización.
Lo único que se sabe es que el gobierno dominicano contrató la adquisición de 10 millones de dosis de una vacuna que estaba en proceso de experimento de los laboratorios de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
El gobierno del presidente Luis Abinader ha implementado un buen control de los recursos del Estado en busca de reducir al mínimo los hechos de corrupción administrativa, lograr con esos controles el aumento de las arcas del Estado, y disponer de mayores recursos en divisas, con los cuales podría enfrentar esta emergencia en cuanto a gastos de salud.
Contempla también que el Estado, a través de las acciones que lleva a cabo el Ministerio Público, pueda recuperar importantes sumas que ex funcionarios del pasado gobierno recibieron realizando transacciones comerciales tipificadas como ilegales.
La salud de la nación depende de las iniciativas del gobierno en la contratación de compras de emergencia de millones de dosis de una o varias de las vacunas que ofrecen al mundo los laboratorios farmacéuticos internacionales Pfizer, Moderna, AstraZeneca o la rusa Spuknick V.
Ante la falta de un servicio de energía eléctrica permanente las 24 horas del día, las autoridades dominicanas deben tener muy en cuenta el grado de enfriamiento que recomiendan los laboratorios farmacéuticos para el almacenamiento y efectividad de sus productos.
En el caso de Pfizer, esta vacuna debe permanecer a una temperatura de menos 70 grados Celsius, las de Moderna menos 20 grados Celsius y AstraZeneca y Sputnik V, entre 2 y 8 grados Celsius (congelador normal).
El año 2020 dejará una estela de luto a nivel mundial con un record de más de 1.7 millones de muertos y 80.2 millones de infectados.
No basta con desear los mejores parabienes a los dominicanos en el 2021. El mejor regalo de año nuevo que puede dar el gobierno de Luis Abinader a la nación es anunciando la fecha de llegada de las vacunas al país para garantizar la inmunización colectiva contra el virus Covid-19.