“El fin de año no es ni un fin, ni un comienzo sino una continuidad con toda la sabiduría que la experiencia nos puede inculcar”. Hal Borland (1900-1978) periodista estadounidense.
Pienso, miro, respiro y suspiro, aún sigo incrédulo pero es auténtico, velozmente han desfilado (12) meses los cuales llegaron y se marcharon en exprés, rebasaron cargados de sentimientos agradables y desagradables e inevitables de haberlos vividos. Finaliza otro año es otro peldaño que hemos ascendido, donde miles y miles están ausente murieron al igual que el año, felices quienes respiramos, hoy el año viejo muere; con él que mueran las penas, tristezas, odio y malhumor, este año fue de mucho dolor y alegrías notables y de todo lo que hemos vivido, hemos aprendido lo que nos faltó aprender en el año anterior, seguramente éste que está por emprenderse será óptimo a los pasados, tengamos fe en el Creador que todo será conspicuo.
Te vas y no volverás pero contigo viví instantes memorables, siempre estarás presente en mi mente, lo que viví contigo es historia, de mi pasado has hecho de gloria mi presente, así como te marchas hoy, llévate la nostalgia que a veces se adueña de mis días, cárgate de mis malezas y tristezas, déjame revivir las bellezas que descubrí y coexistí durante tu pausa en mi vida, nuestra vida es de cambio de lo contrario fuese ilógico, para que viva lo nuevo lo viejo tiene que vencer, en competencia de dos uno será el vencedor.
Otro año es símbolo de crecer en todo lo que se promueva, el encanto del fin de año es conocer que hemos podido vencer el llanto y que la experiencia que hemos adquirido durante ese dolor, hoy es de lo mejor, este fervor es suficiente motivo para festejar gratamente del don de la vida. Seamos como el brillo de las estrellas que aunque el cielo esté nublado su brillo es infinito y siempre se desborda en su iluminación única, seamos como el verdor de la selva que por lo muy oscura que sea la noche su verdor es fascinante. El fin de año no se debe homenajear con vicios excesivos, brindemos con sonrisas sinceras como signo de dicha celebremos por esos gratos períodos que vivimos durante el lapso de estos doce meses que asombrosamente han claudicado.
Durante el trayecto de estas (52) semanas que hemos recorrido donde muchas veces nos hundimos pero supimos levantarnos con gracia e ímpetu, quizás nos descuidamos e hicimos innumerables faltas. Este fin de año es ocasión perfecta para discurrir e ignorar lamentos y procurar que en éste nuevo año hagamos las mejores decisiones sin causar daño a quienes nos rodean, vivamos libremente sin quejarnos que bajo el gigante cielo y sobre la tierra todos somos una familia con derechos que se han diseñado para todos, la principal diferencia que tenemos son nuestros pensamientos y sentimientos; el sol, las estrellas, flores, luna, cielo, mar, aves y el arcoíris, estos patrimonios universales son de todos y para todos, son razón de inspiración y respiración cuidemos celosamente de ellos.
• [email protected] / Escritor y poeta