Se fueron algunos de los tuyos. Se fueron algunos de los míos. Se fueron algunos desconocidos.
Se fueron sin decirnos adiós, sin pedir bendiciones, sin rogar al Dios supremo.
Se fueron sin permitirnos darles un abrazo, un saludo, un poema.
Se fueron hacia el lar infinito, donde no hay propietarios ni ‘alquilados’.
Se fueron en horarios y con vestidos diferentes, sin conocer el futuro inmediato.
Se fueron los tuyos, los míos y otros desconocidos.
Se fueron y nos dejaron con lágrimas en ojos y almas, con dolor infinito.
Se fueron para ‘el más allá’ sin dar gracias al generoso Cristo.
Se fueron los tuyos, los míos y otros desafortunados desconocidos.
Se fueron tan rápido que no requieren de lápidas, campos ni anuncios.
Se fueron los tuyos y se fueron los míos, y no pudimos darles un abrazo, un beso, un poema que los deslumbre como seres auténticos y bien nacidos.
10-01-2021.