Recordó que se trata de un delito bien explicado en el artículo 166 del Código Penal.
El doctor Máximo Castillo Salas, aspirante a miembro de la Cámara de Cuentas, apoyó la investigación que lleva a cabo el ministerio público en contra de los actuales integrantes de ese órgano del Estado y mostro extrañeza de que en el curso de las indagatorias los fiscales no hayan incluido el delito de “prevaricación”.
“Pienso que es el delito más grave que han cometido los actuales miembros de la Cámara de Cuentas, sentenció Castillo Salas, entrevistado en el programa Propuesta de la Noche por Digital 15.
Recordó que se trata de un delito bien explicado en el artículo 166 del Código Penal. “Habla del Crimen cometido por en el ejercicio de sus funciones por cualesquier funcionario público”, agregó.
Destacó que la Procuraduría General de la República no solo se ha empeñado en una investigación “muy acentuada y profunda”, sino que, además, “ha recibido el apoyo de un miembro de la Cámara de Cuentas que le ha suministrado informaciones fundamentales para que pueda llegar a un sometimiento crucial”.
Aunque Castillo Salas no la mencionó por su nombre, se refiere a la doctora Margarita Melenciano Corporan, quien ha denunciado que la Cámara de Cuentas cometió “graves irregularidades” en el proceso de investigación especial practicado a las obras del Ministerio de Obras Públicas, construidas por la empresa brasileña Norberto Odebrecht entre el 7 de marzo de 2002 y el 14 de abril de 2014.
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Para Castillo Salas la Cámara de Cuentas ha estado afectada en estos últimos años por un elemento de falta de voluntad política que ha impedido que sus integrantes realicen su trabajo con efectividad.
“Hemos visto a través del tiempo que las personas que han sido designadas en la Cámara de Cuentas para hacer su trabajo han obedecido a ciertos criterios de índoles políticos que no les han permitido tener independencia”, dijo.
Expresó que la labor de este órgano del Estado no solo se ha visto afectada por “ese narigoneo político”, sino que sus actuales miembros “se fueron un poquito más allá y cometieron prevaricación aprovechando esa franja para hacer cosas mal hecha”.
Castillo sala dice que aspira a ser integrante de la Cámara de Cuentas por considerarse el único entre los más de 400 aspirantes que ha estado al frente de la institución en épocas que definió de muy cruciales y que al salir en diciembre del 2006 dejo en ejecución un plan de modernización del organismo.
“Entonces, en estos precisos momentos más que miembros con una amplia preparación curricular, aunque es necesario que lo tengan, es importante que al organismo vayan personas que conozcan los detalles de ese programa de modernización, que conozcan su interioridad y la puedan ayudar a superar esa mora de fiscalización y de gestión institucional”, expresó Castillo Salas.
Advirtió que la Cámara de Cuentas está viviendo un momento de profunda crisis “donde no podemos improvisar con personas que no conozcan la interioridad de la institución porque entonces estaríamos en presencia de que los que llegan van a durar cuatro años aprendiendo sin hacerla arrancar”.
Indicó que además de retomar ese programa de modernización, la Cámara de Cuentas necesita aumentar el número de auditores y que funcione de manera independiente para que junto a la Procuraduría General de la República y al sistema de justicia el país pueda tener un respiro de lo que es una verdadera labor de fiscalización y adecentamiento de la administración pública.
