Por Thalif Deen
NACIONES UNIDAS, 13 ene 2021 (IPS) – La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la voz con mayor resonancia en el mundo a favor del empoderamiento de las mujeres y contra la persistente discriminación de género en el mundo. Pero sigue estando muy lejos de sus elevados ideales al respecto.
En sus 75 años de historia, la ONU nunca ha tenido una secretaria general, mientras que solo cuatro mujeres, contra 71 hombres, ostentaron la presidencia de su Asamblea General, el máximo órgano de formulación de políticas de la organización.
El 11 de enero, el secretario general António Guterres, ex primer ministro de Portugal, anunció formalmente su intención de aspirar a continuar en el cargo en un segundo mandato de cinco años, de enero de 2022 a enero de 2026, lo que seguramente trastoque la campaña de larga data para que haya una jefa de la ONU.
Guterres ya se enfrentó a otros 13 candidatos, incluidas varias mujeres, en la campaña de 2016, la más inclusiva de la historia de la ONU, con un proceso en que los aspirantes se sometieron a debates públicos y participó por primera vez la sociedad civil organizada.
Pero la decisión final dependerá de los 193 Estados miembros y, particularmente, de los cinco miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), que tendrán la última palabra sobre quién debería, o quién no debería ser el próximo secretario general, desde enero del año próximo.
Al egipcio Boutros Boutros-Ghali de Egipto (1992-1996) se le negó un segundo mandato por el veto de Estados Unidos, a pesar de que obtuvo los votos de los 14 miembros restantes del Consejo de Seguridad.
En 1981, al austriaco Kurt Waldheim también se le impidió un tercer mandato sin precedentes cuando fue vetado 16 veces, aparentemente por China, allanando el camino para la elección del peruano Javier Pérez de Cuellar como secretario general (1982-1991).
Guterres, quien también ejerció como alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ha asumido un papel clave en la mejora de la equidad de género dentro del sistema de la ONU, con decenas de mujeres nombradas para puestos de alto nivel.
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Ante la última Asamblea General, el secretario general resaltó que “logramos la paridad de género», de 90 mujeres y 90 hombres, en el alto liderazgo de la ONU, dos años antes de la meta que se fijó al comienzo de su mandato, en 2016. Añadió que “tenemos una hoja de ruta para paridad a todos los niveles en los próximos años”.
Los cínicos, sin embargo, argumentan dentro y fuera de la ONU que el récord en la representación de mujeres en el sistema puede ser una estrategia sutil, o una agenda oculta, para neutralizar cualquier campaña destinada a que finalmente una mujer sea la que lidere a la organización multilateral, al colocarse el propio Guterres como un abanderado del equilibrio de género.
Purnima Mane, quien fue subsecretaria general de la ONU y directora ejecutiva adjunta del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), dijo a IPS que el llamado a que una mujer dirija la ONU se ha hecho repetidamente, pero sin éxito en sus 75 años.
En el Año Internacional de la Mujer de 1975, los grupos feministas hicieron esfuerzos especiales para que fueran nominadas mujeres para la Secretaria General.
Desde entonces, señaló la exfuncionaria de India, la convocatoria solo ha crecido, con múltiples grupos, incluidos grupos de Estados miembros, que se unieron para defender a una mujer para que lidere la prestigiosa organización.
Al final de su mandato, el ex secretario general Ban Ki Moon (2007-2016) fue citado diciendo que “ya es hora» para una mujer lidere la ONU.
En la elección de su sucesor, en 2016, por primera vez hubo señales de que tal cosa pudiera ser posible, porque la mitad de las candidaturas eran de mujeres, señaló el diplomático de Corea del Sur.
Sin embargo, los Estados miembros finalmente respaldaron a Guterres por unanimidad, dijo Mane, también expresidenta ejecutiva de Pathfinder International, una de las mayores organizaciones internacionales en materia de salud sexual y reproductiva.
Prisca Chaoui, secretaria ejecutiva del Consejo de Coordinación del Personal de la Oficina de la ONU en Ginebra (ONUG), con 3500 integrantes, reiteró a IPS que hace décadas que en la ONU hay mujeres muy competentes. Pero las mujeres que llegan a altos cargos, acotó, pertenecen mayoritariamente a restringidos grupos geográficos y regionales.
“Existe la preocupación de que la implementación de la estrategia de paridad de género de la ONU pueda seguir un patrón similar. Es crucial que esta importante iniciativa garantice una paridad de género diversa que incluya a mujeres del Sur global, mujeres de color y mujeres de países en desarrollo y subrepresentados», planteó.
En ese sentido, Guterres ha puntualizado que “le he recordado a todo el equipo de liderazgo sénior sobre las medidas especiales que tenemos que ejecutar para promover la paridad en todo el sistema».
“Si es contratado un aspirante masculino en una oficina o departamento que aún no ha logrado la paridad de género, y donde se ha identificado a una candidata igualmente competente, se debe enviar una explicación a mi oficina detallando las razones de la selección, antes de tomar la decisión final”, explicó como ejemplo de las medidas adoptadas.
Antonia Kirkland, lideresa mundial en Igualdad jurídica y Acceso a la justicia de la organización internacional Equality Now (Igualdad Ya), recordó a IPS que desde la fundación de las Naciones Unidas en 1945, ha habido nueve secretarios generales varones y ninguna mujer.
“Esto es inaceptable y debe cambiar. Desafortunadamente, la campaña para seleccionar a una mujer como próxima líder de las Naciones Unidas terminó en una decepción en 2016, a pesar de que había numerosas candidatas eminentes y altamente calificadas con currículos profesionales impresionantes”, subrayó.
A juicio de Kirkland, «ya es hora de que finalmente se seleccione a una mujer secretaria general para dirigir las Naciones Unidas y esperamos que el 2022 presagie la elección de una mujer, una que adopte e implemente una agenda feminista para promover los derechos de las mujeres y las niñas a nivel mundial”.
Kul Gautam, antiguo director general adjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), apuntó, en cambio, que “creo que Guterres merece un segundo mandato”.
A su juicio, sufrió muchos obstáculos indebidos para ejecutar su primer mandato, que coincidió con la presidencia en Estados Unidos de Donald Trump, especialmente contrario al multilateralismo y en particular al sistema de la ONU.
Lamentablemente, aseguró Gautam, con líderes como el ruso Vladimir Putin, el británico Boris Johnson, el brasileño Jair Bolsonaro, el turco Narendra Modi, el turco Tayyip Erdogan y el saudí Mohammed bin Salman, Guterres sufrió “un acoso paralizante”, al que se sumó en 2020 la pandemia de covid, que redujo aún más su campo de acción.
Pese a todo ello, ponderó que Guterres se ha basado en principios, ha sido coherente, elocuente y apasionado en la defensa de una agenda audaz sobre el cambio climático, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Cobertura Universal de Salud (UHC) y la igualdad de género, promoviendo a más mujeres en puestos de responsabilidad en la ONU.
Gautam sí reconoció que “Guterres ha sido un poco demasiado suave sobre los derechos humanos y debió enfrentar de manera más enérgica a países como Arabia Saudita, Hungría, Filipinas, Egipto y China en cuestiones de derechos humanos».
Pero a la hora de poner en la balanza los pros y los contras, consideró que el actual secretario general ha demostrado ser reflexivo, mesurado, sabio, maduro y diplomáticamente muy hábil, y que sería difícil hallar otra figura con esas cualidades y que cuente con el apoyo unánime de los cinco miembros permanentes y con poder de veto del Consejo de Seguridad.
Para Gautam, dijo que por todo ello lo ideal sería que al cumplirse el segundo mandato de Guterres, en 2026, haya “varias candidatas brillantes” que pueda derivar en la escogencia de una de ellas para dirigir la ONU, también gracias a un proceso de selección y de elección renovado dentro del sistema.
Samir Sanbar, antiguo subsecretario general de la ONU y jefe del Departamento de Información Pública, dijo a IPS que en términos de rotación geográfica, un factor que es determinante en la selección de los secretarios generales, después de Guterres correspondería a Europa del Este el ostentar el cargo.
Destacó como posibles candidatas para suceder a Guterres, tras su primer o segundo mandato, a la búlgara Irina Bokova, quien fue directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y a la también búlgara Kristalina Georgieva, actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Una candidata prominente con un historial bien valorado representaría un desafío creíble» para contraponerse a un segundo mandato de Guterres, agregó.
“Las posibilidades de que una mujer sea elegida para dirigir la ONU en 2022 son escasas », predijo la antigua subsecretaria general, para quien “la posibilidad de que un secretario general no sea elegido para su segundo mandato es remota».
En los últimos 50 años, salvo Boutros-Ghali, todos los secretarios generales se mantuvieron por dos mandatos.
Reconoció que Guterres se ha enfrentado a importantes desafíos para conducir la ONU a través de múltiples crisis en los últimos cinco años, incluso como resultado de la covid-19 y lidiar con que el mayor contribuyente de la organización, Estados Unidos, la sometiese a múltiples acciones hostiles, al estar la saliente administración de Washington en contra del multilateralismo.
En medio de la crisis de recursos y de otro tipo en que está la ONU, para Mane resulta difícil que los 193 Estados Miembros de la ONU deseen un cambio de liderazgo.
Sin embargo, argumentó Mane, el éxito de Guterres en su continuidad dependerá considerablemente de las candidatas que se le opongan, especialmente si la lista incluye a algunas de las jefas de Estado que han conducido sus países de manera eficiente a través de la pandemia mientras se enfrentan a otros desafíos.
Sea cual sea el resultado de la próxima elección, para Mane, el legado que ya deja el primer mandato de Guterres es el de “un entorno significativamente más equitativo en materia de género en la ONU”, que incluso “normaliza” que una mujer finalmente pueda dirigir el organismo.
T: MF /ED: EG