Este es un artículo de opinión de Danielle Kilgo, profesora de periodismo, diversidad e igualdad de la estadounidense universidad de Minnesota.
MINNEAPOLIS, Estados Unidos, 14 ene 2021 (IPS) – El caos en el Capitolio de Estados Unidos el miércoles 6 de enero no fue típico. Tampoco su cobertura.
Las imágenes transmitidas en vivo por los canales de noticias y las compartidas en redes sociales fueron impactantes. Una fotografía mostraba a un hombre con los pies sobre el escritorio de la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Un video mostraba a una multitud persiguiendo a un oficial de policía mientras este corría escaleras arriba.
Como investigadora de medios de comunicación y los movimientos sociales, quedé absorta por los violentos eventos que se desarrollaron. Mi investigación sobre las protestas muestra que la forma en que los medios describen los disturbios –como revuelta o resistencia, por ejemplo–, ayuda a moldear la visión pública sobre los objetivos de la protesta.
Por lo general, la cobertura noticiosa presta más atención a las tácticas que a los objetivos de los manifestantes, especialmente cuando se trata de protestas contra el racismo o acciones que desafían radicalmente el status quo.
Al centrarse en los sucesos sin informar sobre el contenido, las agendas y los objetivos de una protesta, la cobertura contribuye a una «jerarquía de lucha social» en la que las voces de algunos grupos se elevan sobre otras.
Pero esta vez fue diferente. Las audiencias noticiosas no están necesariamente acostumbradas a ver violencia en las manifestaciones ciudadanas en apoyo a un presidente, y ciertamente no en la escala que presenciamos en el Capitolio. Resultó una prueba novedosa para los medios.
¿Revuelta o resistencia?
Los medios de comunicación tradicionales han sido objeto de fuertes críticas por su manera de cubrir protestas por los derechos civiles, más recientemente después de la muerte de George Floyd.
Un estudio de las manifestaciones entre 1967 y 2007 concluyó que estas se han enmarcado generalmente como «molestias» públicas, especialmente cuando quienes protestaban eran ideológicamente liberales.
Era menos probable que las protestas conservadoras se vieran como «molestias». Y mi investigación ha señalado la tendencia a enmarcar las protestas contra el racismo negro como «disturbios» o «revueltas» más que otras protestas.
Pero gran parte de la cobertura de los eventos en el Capitolio eliminó etiquetas eufemísticas como «protestas», «mítines» y «manifestaciones» en la descripción de lo que estaba sucediendo.
En cambio, los medios calificaron el evento de «asedio» o «insurrección» llevada a cabo por una «turba«.
También es de notar que al menos una cadena importante, CNN, describió los eventos como «terrorismo», un término que se utiliza más comúnmente para describir a musulmanes y personas de color que a supremacistas blancos.
¿No se necesitan tanques?
En mi trabajo, pido a los periodistas que presten tanta atención a las acciones de los manifestantes como a las razones que los llevaron a las calles, y lo reflejen en sus coberturas. Este equilibrio generalmente se inclina hacia las acciones, especialmente cuando involucran violencia o daños a la propiedad o cuando hay enfrentamientos con la policía.
A pesar de la escalada de eventos, que pasaron de la protesta a la insurrección, la cobertura inicial del miércoles pareció incluir los reclamos de los manifestantes.
La cobertura también se centró en el comportamiento de la policía, pero parecía más preocupada por la falta de seguridad y control. La policía no se presentó con equipo antidisturbios o blandiendo bastones cuando los partidarios de Trump subieron los escalones del Capitolio. No había tanques ni rifles de gran calibre cuando llegaron los manifestantes.
Esto también fue diferente de otras protestas. Muchos han comentado en las redes sociales que si estos hubieran sido manifestantes de Black Lives Matter (Las vidas negras importan), el resultado podría haber sido muy diferente, lo que llevó a suponer que las insurrecciones apoyadas por Trump son tratadas de manera distinta por las autoridades.
Algunos medios de comunicación, como USAToday, dejaron clara esa diferencia en sus coberturas.
Incluso la cobertura de noticias inicial de Fox News parecía en gran medida en línea con el encuadre de otros canales de noticias, hasta la noche, cuando los comentarios del programa «Tucker Carlson Tonight» cambiaron la narrativa de la cadena.
Durante su monólogo el miércoles por la noche, Carlson abordó a medias el asedio del Capitolio, pero pidió a la audiencia que considerara por qué personas como Ashli Babbitt, la mujer a quien la policía disparó y mató durante el asalto, asistieron al mitin en primer lugar.Al detallar su trágica muerte, Tucker dijo: «No se parecía en nada a los chicos enojados que hemos visto destrozando nuestras ciudades en los últimos meses».
Carlson usó ese comentario para cambiar de tema y encauzar su crítica hacia los líderes liberales y los resultados de las elecciones.
Algunos pueden descartar los comentarios de Carlson como irrelevantes y radicales. Sin embargo, su encuadre da una idea de cómo los medios de derecha han retratado ciertas protestas en los últimos años y las consecuencias de esa acción.
Junto a mi colega de la Universidad Estatal de Michigan Rachel Mourão, hemos utilizado datos de encuestas de 2015 y 2016 para explorar las actitudes sobre las protestas en general y las demandas centrales del movimiento Black Lives Matter en particular.
Los resultados han mostrado que el aumento del consumo de noticias de medios de derecha como Fox y Breitbart no afectó realmente la opinión de las personas sobre las protestas en general. Pero sí se correlacionó fuertemente con opiniones más negativas sobre algunas de las demandas centrales relacionadas con Black Lives Matter.
Un llamado de atención
El encuadre que los medios de derecha le dieron a los eventos en el Capitolio no puso ningún énfasis en las acciones violentas llevadas a cabo por una turba enfurecida.
Menos de 24 horas después del asedio, la página de inicio del sitio web de derecha One America News Network (OAN) no tenía ninguna imagen de las protestas. Mientras tanto, Breitbart tenía una imagen de Mark Zuckerberg para ilustrar un artículo sobre cómo Facebook había «incluido en la lista negra» a Trump después de los «eventos» en Capitol Hill.
Los medios de comunicación de derecha no solo distorsionan las realidades de la insurrección, sino que socavan y borran el impacto de tales acciones antidemocráticas. Fuera de la vista, fuera de la mente.
Se trata de realidades totalmente diferentes a las reflejadas en los sitios web de ABC, NBC, CBS y CNN, así como en las portadas de los periódicos, tanto en línea como impresos, de todo el país.
En los últimos meses, algunos medios se comprometieron a abordar las deficiencias en su cobertura, incluida la forma en que cubren las protestas. Si los disturbios que siguieron al asesinato policial de George Floyd desencadenaron una reflexión y un cambio por parte de los medios, tal vez la insurrección en el Capitolio podría ser el evento que los ayude a comprender mejor por qué el encuadre de las noticias es importante.
Este artículo fue publicado originalmente por IJNET, red internacional de periodistas.