En el plano mundial, en las crisis florece la solidaridad, la búsqueda del bien común.
Por Ariela Ogando
A menudo, en tiempos de crisis se crea un estado emocional inestable y con grandes incertidumbres, que no permite apreciar las múltiples oportunidades que tenemos para poder crecer y lograr triunfar en medio de la dificultad.
Para nadie es un secreto que las crisis, indistintamente donde surjan, traen consigo inestabilidad, incertidumbre, pánico, ansiedad y porque no desesperanza; sin embargo, hay un aprendizaje de todo eso, sin estar lejos de la eminente realidad, existen conveniencias que solo pueden ser aprovechadas por quienes están en disposición de ganarle la batalla a la adversidad y quienes toman la decisión de cambiar el enfoque.
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En el plano mundial, en las crisis florece la solidaridad, la búsqueda del bien común, el clamor por la estabilidad de los países y el surgimiento de lo inimaginable; ante muchas necesidades, está la búsqueda por satisfacer cada penuria y hoy día, producto de eso existen productor y servicios que para muchos es común, sin detenerse hacer el análisis de que en su creación fue todo un acontecimiento nacido tras la puesta en práctica de la creatividad en un momento de dificultad, por ejemplo el autoservicio en la alimentación, fotocopiadoras, evolución de las computadoras, etc.
Ahora observando la crisis delimitada al plano profesional y personal como individuo, existen factores imprescindibles para tener éxito y ser la gran sorpresa para muchos y la gran pregunta para otros, al ver el resultado de lo que se puede lograr.
Es recomendable, y hasta saludable, que se pueden identificar los factores que no pueden faltar a la hora de enfrentar una crisis, a sabiendas que nadie está totalmente preparado para afrontarla, donde la carta bajo la manga será la gran ayuda para sobreponerse. Ser realista. Reconocer la situación de emergencia que esté viviendo, esto ayudará a tomar las decisiones acertadas y definir el aspecto que se va a trabajar.
Plan de acción acompañado de ejecución. Igual que una fe sin obras es una fe muerta (Santiago 2, 14-17). Un plan sin acciones concretas se queda en simples ideas. Para qué funciones se debe ejecutar. En el camino se puede modificar el plan, pero si no se acciona nunca se seguirán pasos de avances.
Usar la creatividad.
Siempre hay grandes formas de generar pequeñas y grandes cosas, para eso, tienes que ponerte un reto para superarlo por medio de la búsqueda incansable de crear la solución o el camino que lleve a ello.
Pensar positivo. El positivismo no es alejarse de la realidad, es afrontar el infortunio con optimismo, responsabilidad y la valentía necesaria para reconocer que todo estará bien y mejor.
Persistencia. Sin continuidad, es fácil decaer en el "no lo voy a lograr", por ello hay que dar seguimiento constante a los planes y acciones que ya están pautados, hacer los cambios que sean necesarios y para eso sirve tener una mentalidad flexible y que se adaptar a los giros del momento, sin desmayar, sin rendirse.
Concluyo con una óptica distinta y retadora “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad ”. Victor Hugo.