Durante este tiempo, en la Unión Europea hemos aprendido que la cooperación global y la solidaridad internacional son la base para conseguir doblegar a la pandemia del COVID-19. Ha sido un aprendizaje difícil, y que nos llevó por una experiencia dura, pero todos juntos llegamos a la determinación que era necesario liderar los esfuerzos para dar una respuesta universal, solidaria y colectiva. Y esa respuesta tendría que ser válida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Porque nadie estará a salvo, hasta que todos estemos a salvo. La premisa es simple, que todas las personas que necesitan una vacuna la reciban, estén donde estén, en cualquier parte del mundo.
Teníamos que encontrar una vacuna rápida y eficaz contra el COVID-19 y no podíamos perder tiempo. En la Unión Europea decidimos invertir en programas de investigación científica, más de US$3.300 millones para el desarrollo y producción de varias vacunas. Se trataba de un esfuerzo financiero considerable, sin garantías de éxito, pero el reto merecía la pena, y la humanidad lo requería.
Igualmente, para conseguir desarrollar las vacunas lo antes posible, de manera eficaz y segura, concluimos unos acuerdos de compra anticipada con las empresas farmacéuticas. El objetivo era proporcionar una financiación por adelantado a estas farmacéuticas para que realizaran las inversiones necesarias que les permitieran desarrollar la vacuna, realizar los ensayos clínicos necesarios y expandir su capacidad de fabricación para producir las vacunas. La Unión Europea multiplicó los acuerdos para así conseguir aumentar las posibilidades de éxito de las empresas. Esto significó también asumir riesgos financieros, pero el fin último era beneficiar a toda la humanidad. Y además, incluimos una serie de mecanismos que facilitaran la venta o incluso la donación de los stocks de vacunas compradas con anticipación, gracias a los acuerdos negociados. Además brindamos ayuda y recursos financieros a las organizaciones internacionales como la OMS, CEPI o GAVI, para apoyar el acceso a las vacunas a toda la población.
Por fin, llegan las noticias de la entrega de vacunas en los próximos días a muchos países de América Latina a través del mecanismo COVAX. Se trata de un primer paso muy importante hacia un acceso más equitativo a la vacuna contra el COVID-19. COVAX representa el esfuerzo solidario de muchos países para garantizar el acceso a las vacunas a millones de personas en todos los continentes independientemente de sus ingresos. El equipo Europa, es decir, la Unión Europea, sus Estados Miembros y el Banco Europeo de Inversiones, ha participado en este mecanismo con alrededor de US$1,000 millones lo que nos convierte en su principal donante, y que le ha permitido consignar más de 1.300 millones de dosis de vacunas para 92 países de escasos recursos. Para el éxito de COVAX, la Unión Europea ha sido una pieza clave. COVAX espera administrar 145 millones de dosis en el primer trimestre. Esto es un paso muy positivo ya que COVAX es el mejor vehículo para garantizar la solidaridad internacional de las vacunas y será una pieza fundamental para poner fin a la fase aguda de la pandemia.
Las vacunas son un bien común para toda la humanidad. Por ello, la Unión Europea ha pedido garantizar la transparencia en el comercio de las vacunas y en el cumplimento de las obligaciones contractuales.
A través del mecanismo COVAX está prevista la llegada a la República Dominicana de 542,400 dosis en el primer cuatrimestre del año. Unas vacunas que van a permitir inocular a aquellos que han estado en primera línea luchando contra la pandemia: al personal sanitario, y aquellos trabajadores esenciales que han dado una respuesta ejemplar ante una situación tan excepcional. Y así, siguiendo por las poblaciones de riesgos y de mayor edad, pronto conseguiremos pasar la página y derrotar a este virus. Porque como hemos aprendido no se trata de una carrera entre países, sino de una colaboración entre todos para hacer frente a un virus que va mutando y extendiéndose por todo el planeta. La Unión Europea estará junto a la República Dominicana trabajando codo a codo para hacer frente a uno de los mayores desafíos que hemos enfrentado. Vivimos tiempos de solidaridad donde solo juntos seremos más fuertes.