En la historia democrática de la República Dominicana ningún otro gobernante había asumido con tanta pasión e identidad propia la institucionalidad, como lo viene haciendo el actual Jefe de Estado, desde que asumió el poder el 16 de agosto del 2020.
El presidente Luis Abinader está firmemente convencido de que la principal garantía para atraer la inversión extranjera a nuestro territorio es respetando las normativas jurídicas y la operatividad de las instituciones.
Por eso, se ha involucrado con todas sus fuerzas en el adecentamiento del manejo de la administración pública, fijando los controles necesarios para que cada centavo del contribuyente sea administrado con pulcritud.
Consciente de que recibió un país devastado económicamente y con una crisis moral y de corrupción sin precedentes, Abinader no escatima esfuerzo para conducir la nave gubernamental hacia puerto seguro.
En su alocución dirigida al país el sábado 27 de febrero, en ocasión del 177 aniversario de la Independencia Nacional, el mandatario anunció que el Gobierno desarrolla más de 102 proyectos de inversión y obras públicas en todo el territorio nacional, donde está incluido un ambicioso plan especial de infraestructuras para la transformación de Pedernales.
Otras obras son, los trabajos de planificación de la carretera del Ámbar en Puerto Plata y, en las próximas semanas, comienzan los trabajos de ampliación de las avenidas de San Isidro, de la Ecológica y de la Hípica, en Santo Domingo Este.
También el inicio de la construcción de las circunvalaciones de Baní, Azua y San Francisco de Macorís, y se encuentran en fase de diseño las de Cabarete, en Puerto Plata y la de Navarrete, en Santiago.
Además, las autoridades procederán a construir el puente de la comunidad de Sabaneta, en La Vega y una reforma integral del muelle de Manzanillo, en Montecristi, con el propósito de ampliar su capacidad, así como dotarlo de un astillero de primer nivel, zonas francas y otras instalaciones industriales.
En la provincia de Puerto Plata se construirá un centro para el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías, el “DR Silicon Beach”, proyecto donde las empresas de tecnología, innovación, producción cinematográfica y de entretenimiento podrán instalarse con todas las facilidades para desarrollar sus productos y servicios a favor de la economía mundial.
El presidente Abinader ha prometido la modernización y ampliación del viejo puerto de San Pedro de Macorís, considerada la obra determinante para el despegue económico y social de la Sultana del Este.
Confianza de los Inversionistas
Hay resultados tangibles obtenidos a partir de su asunción al frente del gobierno, evidenciándose en reacciones de futuros inversionistas que ven las posibilidades de hacer negocios en la República Dominicana.
Al respecto, el director ejecutivo de la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (DFC, siglas en inglés), Adam Boehler, dijo que confía en la buena actitud y voluntad del mandatario de garantizar transparencia y un sistema jurídico fuerte y capaz de ser un garante a la inversión extranjera.
En octubre pasado, suscribió junto al presidente Abinader y a la entonces embajadora estadounidense en el país, Robin Bernstein, un acuerdo de cooperación que permitirá el acceso a por lo menos US$2,000 en los próximos dos años.
“Si el presidente Abinader cumple con las promesas, las inversiones vendrán solas a República Dominicana. Aspiramos a un ambiente de inversión fuerte”, expresó.
La DFC cuenta con un capital para invertir de US$60,000 millones, y actualmente tiene invertidos US$15.6 millones en República Dominicana en proyectos que apoyan préstamos de microfinanciamiento a mujeres y comunidades deprimidas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado disposición de financiar con recursos las iniciativas de desarrollo que impulsa la administración actual.
Política de Transparencia
La política de transparencia enarbolada por las autoridades no tan solo genera confianza entre futuros inversores, sino además, crea un clima de seguridad jurídica esencial para el fortalecimiento institucional y democrático del país.
El presidente fue enfático al referirse a la independencia de la justicia estableciendo que “hoy la justicia es justicia. Es independiente, autónoma. Y con este gobierno, no se volverá a someter a las presiones políticas de nadie. Óiganme bien. De nadie”.
Uno de los puntos más valorado del discurso presidencial es la firmeza de combatir la corrupción pública, un hecho inédito en la historia democrática del país.
Abinader precisó que “República Dominicana transita firmemente por la institucionalidad y el fortalecimiento de las normas democráticas, respetando la total independencia de la justicia y la eliminación de la impunidad”.
La ciudadanía aprecia los esfuerzos del mandatario para enfrentar el fardo de problemas y el desorden institucional que heredó del gobierno del ex presidente Danilo Medina.
La concentración primaria ha estado dirigida a enfrentar la Covid-19, y buscar reactivar nuestra economía con la reapertura global del turismo, la producción alimenticia y el aparato industrial.
No ha sido fácil, pero hay signos alentadores ante la puesta en marcha de una serie de acciones para estimular la apertura y reactivación de uno de los sectores que más empleo aporta a la economía dominicana.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, dijo que las zonas francas en República Dominicana operan por encima del 90 % de su capacidad y registraron un incremento de sus exportaciones de 9.8 % durante el mes de septiembre.
La Vacunación
A partir del proceso de vacunación contra la pandemia, ejecutado por el Ministerio de Salud Pública en coordinación con el Gabinete de Salud, que preside la vicepresidenta Raquel Peña, habrá mayores oportunidades de recobrar la normalidad de nuestra vida económica y social.
El sector turístico genera un millón de empleos de manera directa e indirecta y es responsable del 35% de las divisas brutas, equivalente a 7,000 millones de dólares al año.
Los actores de la economía nacional esperan ansiosamente que los turistas y visitantes extranjeros retornen masivamente a las playas, balnearios y centros hoteleros diseminados en todo el país.
Artículo de Manuel Díaz Aponte