Por María Estela de León
El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia de sus países.
La participación de las mujeres en el aparato productivo de las sociedades del mundo ha permitido un avance sin precedente en la historia del trabajo, como sin precedente es que estas no pueden disfrutar a plenitud de los beneficios que otorga el trabajo.
Es un desafío para las naciones que en pleno siglo XXI, que no se les reconozcan a las mujeres la entrega y el compromiso que han exhibido en el desempeño de las labores, una muestra de ellos es que alrededor de 194 naciones del mundo sólo 22 están dirigidas por mujeres y el resto por hombres; por lo que está muy lejos, por no decir difícil de alcanzar la tan trabajada y deseada igualdad entre mujeres y hombres.
En ese orden en un importante documento publicado por El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas a través de la Comisión de la Condición Jurídicas y Social de la Mujer, los desafíos en relación a elevar la representación política de la mujer que aún se encuentran subrepresentadas en la esfera pública, pese a su participación. Persiste la resistencia al reconocimiento de liderazgos de las mujeres, la afectación de los niveles de pobreza que padecen, entre otras barreras.
Según informe del Secretario General de las Naciones Unidas a propósito de este día Internacional de las Mujer, a estas les tocará esperar 130 años para ver realizado el sueño de ser jefa de Estado o de gobierno y que sea real y efectiva la igualdad de género.
El 8 de marzo se les rinde homenaje y se recuerdan a 129 mujeres mártires y heroínas que sometidas a largas y agotadoras jornadas de trabajo y el pago desigual en relación a sus compañeros de labores, ese fue el principio del fin de una historia que habrá de culminar con la igualdad plena. En honor a ellas la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), declaró el 8 de marzo como el día Internacional de la Mujer. Han transcurrido 110 años desde aquel funesto, sombrío del 25 de marzo de 1911.
Este capítulo oscuro de esta tragedia que conmocionó al mundo tuvo como escenario a la ciudad de los rascacielos; para la época el centro económico y la Atenas moderna, aún hoy sus llantos y voces siguen sacudiendo las conciencias de las mujeres que se niegan a que les socaven sus derechos y se les discriminen por su género.
Esta fecha encuentra a las mujeres del mundo librando luchas por el reconocimiento de sus derechos, expuestas en la primera línea frente a la batalla contra el Covid-19, pues son muchas de ellas que están a cargo del cuido de los enfermos, ofreciendo servicios en el área de la salud y padeciendo la recomposición social y reaprendiendo el nuevo modelo de hacer las cosas.
Las mujeres siguen reclamando sociedades, gobiernos y Estados con más participación, representación e inclusión. Al mundo le hace falta reconocer el trabajo de las mujeres. Es un reto equilibrar el poder, es un buen espacio para la reflexión este día.
Esta es la oportunidad para desaprender y aprender a crear mujeres y hombres libres de prejuicios sociales, raciales y económicos, y dar pasos a seres de luces orientados hacia el bien y hacia la justicia.
Para la reflexión de este día memorable que busca crear conciencia del papel que deben desempeñar las mujeres en las sociedades comparto con ustedes la frase de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher “Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casaestá muy cercade entender los dellevar un país”.
la autora es abogada y periodista