Criticó también que se trate de justificar el aborto en los casos de violación o incesto y reconoció que aunque se trata de una situación en la que la mujer afectada puede presentar algún trastorno psicológico.
La presidenta de la Fundación Alianza Vitae, doctora Magdalena Piña, censuró a los sectores que respaldan la inclusión de las tres causales en el Código Penal y aseguró que desde el punto de vista médico o social ninguna de estas opciones justifican un aborto
“Esas tres causales son casos excepcionales que no son las normas para ser leyes y eso nos hace preguntarnos para qué vamos hacer leyes para situaciones que son raras, se preguntó Piña, denunciando que en la campaña en curso lo que se está moviendo “es mucho dinero y nada tiene que ver con la supuesta protección a la mujer”.
Piña, quien es médico oftalmóloga, dijo que se miente al país cuando se trata de justificar el aborto en caso de que la vida de la madre esté en peligro “porque normalmente los médicos de este país o de cualquier parte del mundo tienen un protocolo cuando tienen una mujer embarazada que tiene un problema”.
“Los médicos no estamos buscando qué dice el Código Penal con respecto a esta o aquella enfermedad, eso no está dentro de los que nosotros aprendemos en la carrera de medicina, aprendemos a curar y a sanar enfermos y una mujer embarazada, una madre enferma que tiene un problema, tiene protocolos médicos establecidos para resolver esos problemas”, indicó Piña en una entrevista en Propuesta de la Noche por Digital 15.
“Los médicos de este país, debe quedar claro, no dejan morir a ninguna mujer porque el aborto no esté legalizado”, precisó Piña, argumentando que la mayor parte de los problemas que se presentan en embarazadas suelen ser entre las 20 a 22 semanas, es decir, por encima de los cinco meses, “con lo que técnicamente desde el punto de vista médico no es un aborto”.
Criticó también que se trate de justificar el aborto en los casos de violación o incesto y reconoció que aunque se trata de una situación en la que la mujer afectada puede presentar algún trastorno psicológico, “desde el punto de vista médico no hay una sola razón para matar una criatura que está sana en el vientre de una madre sana”.
La Presidenta de la Fundación Alianza Vitae señala que en estos casos se apela normalmente a la manipulación de los sentimientos para intentar que una mujer violada o que ha sido víctima de un incesto aborte su criatura, presiones que regularmente vienen desde su entorno social o familiar.
Destacó que aunque en el país no hay estadísticas sobre el número de mujeres que quedan embarazada producto de una violación es bueno aclarar que estos casos son sumamente raro e, incluso, estadísticas internacionales hablan de una tasa de aproximadamente 0.6% de embarazos en caso de violación. “Son casos excepcionales”, recalcó.
Dijo que donde son más frecuentes los embarazos es en niñas o jovencitas que han sido víctimas de incesto porque son más repetitivos en el tiempo, mientras que la violación normalmente ocurre una vez por lo que es más difícil el embarazo.
Dijo que en los casos de incestos normalmente se le dice a la mujer que “tendrá una criatura fruto de un incesto, que va a odiar a esa criatura y que eso sería traumático”.
“Pero la realidad es totalmente lo contrario, los estudios a este respecto desdicen todo lo que la gente cree. Usualmente las mujeres que deciden tener sus hijos producto de una una violación a medida que el embarazo va creciendo y que él bebe va creciendo en su vientre, ella cada vez lo van queriendo más”, aseguró.
De hecho, agregó, como las violaciones son hechos violentos el hecho de abortar hace que una mujer recuerde más vívidamente el trauma de la violación, entonces pretendemos curar un trauma con otro trauma lo cual es totalmente imposible”.
Descartó también que se trate de justificar el aborto en los casos de jovencitas de 13 o 14 años que resultan embarazada bajo el pretexto de que se trata de un embarazo de alto riesgo “cuando la estadísticas demuestran que el grupo que tiene la mortalidad materna más alta en el país son mujeres cuyas edades oscilan entre los 20 a 29 años y en segundo lugar las comprendidas en el rango de 30 a 39 años”
“Las jovencitas no son embarazos de alto riesgo, no son las embarazadas que tienen una mortalidad materna alta, por lo tanto, no hay ninguna razón para hacer abortar a una adolescente aunque tenga 13, 14, 15 años, pues aunque son embarazos de alto riesgo, los ginecólogos los siguen muy de cerca, pero pueden tener a su hijo sin ningún problema”, justificó Piña.
En los casos por malas formaciones congénitas, Piña dijo que estamos hablando de casos excepcionales que registren un 3% de muertes en la República Dominicana, de acuerdo a las estadísticas oficiales.
“Que pasa en estos casos en particulares? Tenemos un niño enfermo con una madre sana, el hecho de que el niño esté enfermo no pone en ningún riesgo la salud de la madre. Yo pregunto, cuando tenemos un enfermo en el hospital, en cuidados intensivos, un paciente de cáncer terminal y sabemos que se va a morir, lo matamos porque sabemos que se va a morir? No, entonces, por qué vamos a matar a un niño que está enfermo en el vientre de su madre”, se preguntó la doctora Magdalena Piña.
Además cita que los avances logrados en la medicina materno fetal demuestran que muchas veces estas malas formaciones congénitas pueden resolverse aplicando cirugía en el útero de la madre y mencionó que específicamente en Argentina se han desarrollado procedimientos médicos exitosos en estos casos.