La XXVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericana en Andorra, Península Ibérica, ha sido una versión inédita, marcada por el uso de la mascarilla y los saludos gestuales ante el distanciamiento físico impuesto por la actual crisis sanitaria global.
La poca solidaridad de los países ricos en la entrega de las vacunas para combatir el coronavirus, las crisis financieras generadas por la pandemia y la urgente necesidad de aplicar un nuevo modelo económico en Iberoamérica están entre los temas tratados en Andorra.
Hay quienes tienen la errada percepción de que una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericana sirve poco al interés colectivo.
No es cierto, lo vimos en la reciente realizada en Andorra, organizada y coordinada por el Principado de ese micro Estado, donde las disposiciones consensuadas están dirigidas a la protección ciudadana en medio de una pandemia que ha cambiado el mundo.
Los dignatarios presentes y los que interactuaron virtualmente están conscientes de la gravedad sanitaria, económica y social vigente.
Por eso, la Declaración Final que recoge los ejes básicos de la agenda debatida, no podía ignorar el impacto del coronavirus en Iberoamérica.
El lema central del cónclave fue: “Innovación para el desarrollo sostenible – Objetivo 2030. Iberoamérica frente al COVID-19”.
La XXVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericana en Andorra, Península Ibérica, ha sido una versión inédita, marcada por el uso de la mascarilla y los saludos gestuales ante el distanciamiento físico impuesto por la actual crisis sanitaria global.
El texto resumido del evento plantea que los efectos devastadores de la mutación de salud, requieren una respuesta global, coordinada, solidaria y mancomunada, que enfrente el gran reto de la reconstrucción inclusiva y resiliente de nuestras economías, y afiance el desarrollo sostenible y principalmente la lucha contra la pobreza y la desigualdad, garantizando a la población la protección social en todos sus ámbitos.
Esa es una postura defendida por el presidente Luis Abinader, quien en sus pláticas con su majestad el Rey, Felipe VI, y con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, defendió la urgente necesidad de introducir medidas globales para afrontar la crisis de salud.
Abinader en su discurso en la Cumbre Iberoamericana recién concluida, pidió a la comunidad internacional aunar esfuerzos para solucionar desafíos económicos y sociales por la pandemia.
Al asumir la secretaría pro témpore de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, a efectuarse en el país en 2022, afirmó que trabajará arduamente para el establecimiento de un fondo de recuperación y reestructuración que sea la base de una gran alianza regional por el desarrollo y que facilite no solo la recuperación post-pandemia, sino el tránsito hacia un nuevo orden económico justo, verde y, sobre todo, sostenible.
Las relaciones bilaterales y multilaterales entre los Estados son complejas porque envuelven infinidades de intereses políticos, diplomáticos, económicos, fronterizos y estratégicos.
De ahí, que las Cumbres Iberoamericanas como plataforma de diálogo entre los máximos representantes del poder estatal en la región, cada temática a debatir es minuciosamente analizada.
La relatoría y conclusiones finales armonizan un consenso global de las exposiciones acorde con las implicaciones del sujeto del derecho internacional, que cada Estado debe respetar.
La Secretaria General Iberoamericana (SEGIB), presidida por Rebeca Grynspan, es responsable del montaje, coordinación y redacción de la Declaración Final de las Cumbres.
Previamente a su divulgación, se procede a remitir un borrador a cada delegación presente, que por intermedio de los cancilleres, personal técnico, diplomáticos acreditados y los propios Jefes de Estado y representantes de Gobiernos leen su contenido para proceder a su rúbrica.
Cada cumbre está precedida de encuentros entre los ministros de Relaciones Exteriores, Economía y de Hacienda iberoamericanos para coordinar los temas a tratar por los mandatarios.
Semipresencial y Virtual
Andorra, fue escenario de una modalidad de Cumbre sin precedentes, donde el colorido de las mascarillas en los rostros de los mandatarios; ministros de Relaciones Exteriores, representantes de organismos internacionales, empresariales y diplomáticos salió a relucir.
Se aplicó un protocolo de salud acorde con las circunstancias derivadas de la Covid-19.
De manera presencial, participaron el Rey de España, Felipe VI; el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez y la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, y su homólogo de Guatemala, Alejandro Giammattei, fueron los únicos ejecutivos de Estado de América Latina que estuvieron en Andorra.
Otros lo hicieron de forma virtual desde sus respectivas naciones y en algunos casos, como Venezuela, Nicaragua y Brasil delegaron en sus ministros de Relaciones Exteriores. En cambio, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, participó por la virtualidad.
El multilateralismo, ¿opción diplomática?
Entre los líderes iberoamericanos predomina un consenso de que el viejo modelo económico vigente por décadas hay que superarlo.
En ese contexto, abogaron por el fortalecimiento del multilateralismo por ser el instrumento más eficaz para coordinar las acciones definidas por los Estados, así como para compartir experiencias y encontrar las soluciones sanitarias, sociales, económicas y medioambientales, basadas en el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional, que permitan una mejor recuperación en todos los países
El presidente Abinader asistió por primera vez a la Cumbre Iberoamericana, alcanzando una participación destacada en su exposición y contenido de sus reflexiones.
Agotó una agenda que incluyó entrevistas a medios españoles y participó en la rueda de prensa organizada por la SEGIB tras finalizar la Cumbre,
Abinader sugirió encaminar un nuevo paradigma multilateral para poder afrontar los retos que se presentan en los países de la región.
Al respecto, enfatizó exponiendo que: “Frente a la pandemia, la emergencia climática, la transformación tecnológica y la necesidad de articular un nuevo paradigma para el estado de bienestar se requiere reforzar la unidad y la cooperación entre los pueblos iberoamericanos”.
Alianza postpandémica
Su planteamiento de que es imperativo diseñar estrategias de gobernabilidad que avalen la estabilidad política y social de la región, sustentada en la Agenda 2030, que insta promover prosperidad económica compartida, desarrollo social y protección ambiental, es una buena iniciativa.
La República Dominicana tendrá la responsabilidad del montaje de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en noviembre del 2022, evento que estaría precedido de la promoción de un fondo de recuperación y reestructuración, que servirá de base a la alianza regional por el desarrollo, en la que el mandatario dominicano está firmemente comprometido.
La declaración final del evento, expresa su pesar por los miles de víctimas que la pandemia está causando en la Comunidad Iberoamericana, en especial entre las personas mayores. De igual manera, su solidaridad hacia quienes siguen recuperándose de sus efectos o han perdido a seres queridos.
En otro punto, reconocieron la extraordinaria labor y los encomiables esfuerzos que realiza el personal de salud para afrontar la crisis sanitaria generada por el COVID-19, tratando con gran calidad humana a quienes han sido afectados por la pandemia.
“Cuidar de ellos y ellas es cuidar de toda la ciudadanía” dice el segundo párrafo de dicha declaración oficial.
Artículo de Manuel Díaz Aponte