“Además de las trágicas pérdidas de tantas vidas a causa de la pandemia, casi 500 millones de puestos de trabajo se han perdido y 2000 millones de personas luchan por sobrevivir con un trabajo informal, incluyendo los nuevos negocios a través de internet”: Sharan Burrow.
BRUSELAS, 30 abr 2021 (IPS) – La Confederación Sindical Internacional (CSI) demandó a los gobiernos del mundo que hagan de la creación de empleos, respetuosos con el clima, un objetivo central para garantizar la recuperación y la resiliencia al paso de la pandemia covid-19, en una declaración con motivo del Día del Trabajadores este 1 de mayo.
La dirigente australiana Sharan Burrow, secretaria general de la CSI, dijo que “las opciones adoptadas por los líderes mundiales y por las empresas en 2021 deberán responder al llamamiento de los trabajadores y la sociedad civil para una reforma del modelo económico y contribuir a crear un futuro sostenible”.
La declaración advirtió que a causa de la pandemia más de 250 millones de empleos se perdieron en 2020, y otros 130 millones están en riesgo de perderse este año, y recordó que el objetivo de pleno empleo, reconocido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sigue siendo prioritario.
Burrow dijo que “además de las trágicas pérdidas de tantas vidas a causa de la pandemia, casi 500 millones de puestos de trabajo se han perdido y 2000 millones de personas luchan por sobrevivir con un trabajo informal, incluyendo los nuevos negocios a través de internet”.
“La gente necesita un nuevo contrato social, que aporte recuperación y resiliencia”, agregó Burrow.
En la OIT, que reúne a sindicatos, empleadores y gobiernos, su director Guy Ryder coincidió en que “la pandemia ha tenido efectos devastadores, destruyendo empleos, empresas y medios de subsistencia, sumiendo a millones de personas en la pobreza, y provocando un retroceso en el desarrollo mundial”.
Ryder dijo que se requieren políticas coherentes que permitan generar empleo y garantizar condiciones de trabajo dignas, extender la protección social, proteger los derechos de los trabajadores, y hacer uso del diálogo social.
Para la CSI, que reivindica 200 millones de afiliados en 163 países, se deben incrementar las inversiones, crear programas públicos de empleo, estimular la creación de puestos de trabajo de calidad, invertir en educación y formación, y formalizar el empleo informal.
En el mundo hay cerca de 2000 millones de trabajadores informales, y en los países de menores ingresos constituyen más de 56 por ciento de la fuerza laboral, según la OIT.
Muchos gobiernos, según la CSI, han obtenido buenos resultados con respuestas a corto plazo frente al desempleo y la reducción de horas de trabajo al inicio de la pandemia, y esos ejemplos deberán apoyarse mediante planes nacionales de empleo y políticas industriales en todas partes.
Pero esos planes “tienen que centrarse en la urgente necesidad de hacer frente al cambio climático mediante una transición justa, ampliar la aportación de salud y cuidados y reparar y construir infraestructuras de calidad”, asentó la declaración.
Una fiscalidad equitativa resultará crucial para financiar esos esfuerzos y “cualquier vuelta atrás a las fallidas políticas de austeridad tendría consecuencias desastrosas para la gente trabajadora y para la sociedad en general”.
Los derechos, entre los cuales el de sindicalización y el de negociación colectiva, deben cubrir a todos los trabajadores y trabajadoras, independientemente de su modalidad de empleo, e incluir límites máximos de horas de labor, salarios mínimos vitales, y salud y seguridad en el trabajo, sostiene la CSI.
Se aboga por protección social universal, incluyendo el establecimiento de un fondo para la protección social destinado a ayudar a los países menos ricos.
Se reclama igualdad, poniendo fin a cualquier tipo de discriminación, ya sea con base en la raza o el género “para garantizar que todas las personas compartan la prosperidad y que pueda revertirse la tremenda concentración de riquezas en manos de unos pocos a expensas de la mayoría”.
También “un enfoque inclusivo para hacer frente a la pandemia es fundamental, tanto en términos de apoyo económico como de acceso universal a pruebas, tratamiento y vacunas”, dijo Burrow.
Según la CSI “si se actúa en relación con estas demandas, una prosperidad compartida reemplazará a la pobreza, la democracia saldrá reforzada, y las sociedades florecerán apoyándose en economías sólidas”.
“De no hacerlo, se socavaría aún más la confianza en los gobiernos y se traicionará a esta y a futuras generaciones”, concluyó el manifiesto.
Artículo publicado originalmente en Ipsnoticias.net