La doctora Rosa Veras indicó que “a diario nos encontramos con pacientes que en el año 2020 no se realizaron pruebas de detección”.
Por Pedro Angel
Santo Domingo.- Una médico radióloga especialista en imágenes en cáncer aseguró que las demoras en las pruebas de detección de esa enfermedad ocasionadas por covid-19, conducen a un exceso de muertes que podría atribuirse a la pandemia.
La doctora Rosa Veras indicó que “a diario nos encontramos con pacientes que en el año 2020 no se realizaron pruebas de detección”.
Reveló que las estimaciones indican que las pruebas de detección de cáncer de mama, colon y cuello uterino se redujeron entre un 86 y 94 por ciento, en el primer cuatrimestre del año pasado, lo que ya se refleja en más muertes y más enfermos.
Precisó que aunque en el país no hay estadísticas que edifiquen sobre la situación del cáncer en este momento, se toman como referencias las de otras naciones para indicar la gravedad de la situación.
“En una revisión en las estadísticas de los Estados Unidos se estimó que 606 mil 520 personas morirían de cáncer en 2020, que es cuatro veces el número de muertes recientes proyectadas debido a COVID-19”, comentó Veras, quien es gerente de imágenes mamarias de Braca, centro especializado en cáncer de mama.
Dijo que las tardanzas provocadas por COVID-19 han afectado significativamente casi todos los aspectos de los protocolos de prevención y control del cáncer, incluidos los servicios cancelados de detección, cirugías, regímenes terapéuticos interrumpidos y disminución en cantidad de profesionales de la salud.
“Uno de los servicios de prevención y control del cáncer más afectado es el cribado o screening del cáncer. La detección por cribado del cáncer utiliza pruebas médicas para identificar lesiones precancerosas, antes de que se forme el cáncer o para detectar el cáncer antes de que progrese a etapas más avanzadas”, explicó.
Especificó que el cribado es un mecanismo de prevención eficaz que podría reducir sustancialmente la incidencia del cáncer y las tasas de mortalidad en los pacientes.
Sobre esta herramienta aclaró que, si bien no es curativa, tiene el potencial de disminuir la carga de la enfermedad.
“La evidencia muestra que, para las mujeres de todas las edades con riesgo promedio, la detección de cribado está relacionada con una reducción aproximada del 20 por ciento en la mortalidad por cáncer de mama”, señaló.
Propuso el análisis de estrategias para menguar los posibles efectos en la sobrevida y calidad de vida de los pacientes, así como promover la discusión y concertación entre los actores del sistema de salud, gobierno, aseguradoras y proveedores para tomar acciones para la mejora de los servicios de detección post-COVID-19.–