Danilo Medina el vendedor de ilusiones

Por Luis D. Santana; el autor es periodista. Reside en Monte Plata.

El ex presidente Danilo Medina se ha convertido ahora en un vendedor de ilusiones a los miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) al pronosticar un posible regreso al poder de esa organización política en el 2024.

Hay que ser muy cara dura para estar  a esta altura de juego vendiendo ilusiones a los militantes y simpatizantes de esa organización política de una supuesta vuelta al poder dentro de cuatro años.

La contundente derrota electoral del 2020 es una muestra más que fehaciente de que el pueblo se distanció grandemente del PLD por su incorrecto accionar desde el gobierno que ha llenado de vergüenza a sus seguidores.

En vez de estar hablando de una reingeniería de la organización política con miras a su fortalecimiento atrayendo a jóvenes con mentalidad progresista, lo que está es vendiendo ilusiones de algo imposible de lograr en cuatro años.

El descrédito político con que salió del poder el partido morado se le hace sumamente difícil,  por no decir imposible que en apenas cuatro años vuelva a ser una verdadera opción de poder.

Tendría el presidente Luis Abinader que hacer un gobierno muy malo o malísimo para que el pueblo le retire el respaldo que logró en las elecciones del 2020 cuando se alzó con el poder.

Como se atreve este señor a decir que el PLD está sembrado en el corazón del pueblo dominicano y que ganará las próximas elecciones por convicción y por el trabajo voluntario y efectivo de sus hombres y mujeres.

Hay que tener poca vergüenza para decir una mentira como esa cuando él mejor que nadie sabe que el pueblo se ha distancia enormemente de esa organización política.

 Aseguró que si esa organización política logra ubicar su padrón electoral alrededor de la mesa donde le corresponde votar ganará holgadamente las elecciones del 2024.

Explicó que con la cantidad de miembros registrados en el padrón del partido solo necesita tener 30 o 40 miembros por mesa para cumplir esa meta. Sueña Pilarín.