El mundo da muchas vueltas pero, como leí hace tiempo, no es bueno destruir nuestros mejores símbolos, ni creernos impolutos y mejores que otros.
Sabemos que todo ser humano es capaz de muchísimas cosas.
Entre ellas figuran las de errar, odiar, aceptar o perdonar.
Por eso debemos entender que somos seres humanos, llenos de defectos y con escasas virtudes. Y por ello debemos trabajar diariamente, a fin de lograr superar algunos defectos.
A veces sabemos bien dónde queda tal país, tal monumento, tal establecimiento, tal hotel o tal barra.
Pero no sabemos cómo está nuestro corazón, nuestro cerebro, nuestro almacén humano, donde tantas cosas guardamos.
Y nos creemos dueños de la verdad. Y ofendemos a familiares y a amigos; pisoteamos a otros o los desacreditamos y punto.
Esto lo vemos, lo escuchamos o lo leemos a diario.
¿Pero acaso esos mismos que critican no yerran, no fallan?
En días pasados vi y escuché a un viejo y gigantesco amigo denigrar al profesor Juan Bosch. Y me dolió, aunque nunca seguí sus lineamientos ni he sido de su PLD.
Primero, porque Bosch está muerto y no puede aclarar nada. Segundo, porque sus supuestos seguidores e ‘hijos idolatrados’ no han defendido su memoria y honestidad.
Y tercero, porque (en caso de ser cierta la denuncia), habría que analizar en el contexto en que la misma se produjo.
Escribo esto por el afecto que guardo a quien planteó la nueva hipótesis, en relación a hechos ocurridos en 1965 en RD.
¿Acaso Francis Caamaño no fue un personaje odiado, repudiado y requete maldecido por sus acciones como oficial policial, luego de caída de la dictadura de Trujillo y en la que su padre Fausto Caamaño jugó papel estelar?
¿Acaso el digno coronel Fernández Domínguez no era hijo de Ludovino Fernández, un militar de mano dura durante la citada Era en que tantos hombres y mujeres fueron desconsiderados?
¿Y cuántos hombres serios, honestos y patriotas no han laborado en administraciones gubernamentales corruptas?
¿Alguien podía predecir que los gobiernos del PLD iban a ser tan corruptos, como se evidencia en estos tiempos?
¿Alguien imaginaba que el doctor Balaguer iba a ser declarado ‘padre de la democracia’ por el PRD, luego de que evitara que Peña Gómez llegara a la Presidencia? ¿O que Jorge Blanco terminaría como lo hizo, o don Antonio Guzmán?
¿Acaso no tenemos hoy a ex –izquierdistas predicando la palabra de Dios?
El mundo da muchas vueltas pero, como leí hace tiempo, no es bueno destruir nuestros mejores símbolos, ni creernos impolutos y mejores que otros.
Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Bosch, Fernández Domínguez, Francis, Montes Arache, Lachapelle y tantos otros líderes cometieron errores, pero aún siguen siendo parte de nuestros mejores símbolos patrios. ¡No los destruyamos! ¡No los derrumbemos!
16-05-2021.