El secretario general de las Naciones Unidas pide un alto el fuego en la Franja de Gaza
MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) – El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha afirmado este jueves que "las guerras también tienen reglas" y ha pedido un alto el fuego en la Franja de Gaza, en el marco de una escalada de tensiones que ha tildado de "peligrosa" y "horrenda".
En una reunión de la Asamblea General de la ONU para abordar la situación en la Franja de Gaza e Israel, Guterres ha asegurado estar "profundamente conmocionado" por los "continuos" bombardeos israelíes sobre el enclave, mientras que ha calificado de "inaceptable" el "continuo e indiscriminado" lanzamiento de cohetes por parte de Hamás contra Israel.
Al menos 230 palestinos han muerto víctimas de los ataques israelíes sobre la Franja –entre ellos 65 niños–, mientras que al otro lado de la frontera se cuentan ya una docena de fallecidos por los proyectiles disparados desde el territorio costero, controlado por Hamás desde el año 2007. "Si hay un infierno en la tierra, ese es las vidas de los niños de Gaza hoy", ha lamentado.
En este contexto, el secretario general de la ONU ha indicado que los "ataques indiscriminados y contra los civiles o sus propiedades" constituyen violaciones de las leyes de guerra. "También lo son los ataques contra objetivos militares que causan pérdidas desproporcionadas de vidas civiles y lesiones a civiles", ha agregado.
Por ello, ha instado a las autoridades israelíes a "respetar" las leyes que rigen los conflictos armados y ha mencionado específicamente el uso proporcionado de la fuerza. "Les pido que ejerzan la máxima moderación en la realización de las operaciones militares", ha incidido.
Asimismo, ha pedido a Hamás que paren de lanzar cohetes "de forma indiscriminada desde barrios civiles densamente poblados hacia centros de población civil en Israel", algo que también es una "clara violación" del Derecho Internacional humanitario. "Las zonas civiles densamente pobladas no deben utilizarse con fines militares", ha censurado.
"Pero sobre todo, lo que debemos conseguir es un alto el fuego inmediato", ha zanjado. "Los combates deben parar inmediatamente", ha reiterado, pidiendo a ambas partes que "cesen las hostilidades".
AYUDA PARA GAZA
Guterres ha remarcado que las hostilidades han causado "graves daños" a la infraestructura civil "vital" de Gaza, incluidas carreteras y electricidad, lo que ha contribuido a provocar "una emergencia humanitaria".
"Cientos de edificios y casas han sido destruidos, dañados o inhabilitados. Los ataques aéreos han dañado varios hospitales, que ya tenían escasez de suministros debido a años de cierres exacerbados por la COVID-19″, ha agregado, antes de recordar que, en los últimos días, "miles" de palestinos se han quedado sin hogar.
En este sentido, también se ha mostrado "profundamente consternado" por los daños sufridos en instalaciones de Naciones Unidas en Gaza y ha señalado que las instalaciones de la ONU son "inviolables, incluso durante los conflictos armados". "Las instalaciones humanitarias deben ser respetadas y protegidas", ha insistido.
Así, ha trasladado que, junto al secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, hará un llamamiento humanitario para obtener fondos "lo antes posibles" y, para satisfacer las necesidades inmediatas en lo que se concreta, trabaja en una asignación para el Fondo central de Respuesta a Emergencias. Mientras, Lowcock pretende liberar 14 millones de dólares (más de 11,4 millones de euros) del Fondo Humanitario para los Territorios Palestinos Ocupados. "Insto a los donantes a cumplir con las promesas que han hecho", ha agregado.
Del mismo modo, ha indicado que el acceso a bienes humanitarios es "primordial" y ha calificado de "inaceptables" los ataques de grupos en áreas que rodean los puntos de cruce. "Al mismo tiempo, Israel tiene el deber de permitir y facilitar el acceso rápido y sin obstáculos de ayuda humanitaria, incluidos alimentos, combustible y suministros médicos, a Gaza", ha continuado.
CISJORDANIA
Guterres también ha mostrado su "profunda" preocupación por los violentos enfrentamientos registrados entre las fuerzas de seguridad israelíes y palestinos en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, donde varias familias están bajo amenaza de desalojo.
Por ello, ha pedido a Tel Aviv "poner fin" a las demoliciones y desalojos en los Territorios Palestinos Ocupados, incluido Jerusalén Este, de conformidad con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario y de Derechos Humanos. "Jerusalén es una ciudad santa para tres religiones del mundo. Subrayo que el 'statu quo' en los lugares santos debe mantenerse y respetarse", ha recalcado.
Por último, ha puesto de manifiesto que, cada día que pasa, aumenta el riesgo de que la violencia se extienda más allá de la región y ha advertido de que el conflicto crea un "entorno propicio" para la explotación por parte de radicales y extremistas. "Debemos evitar a toda costa la aparición de un nuevo foco de peligrosa inestabilidad en la región", ha avisado.
En este sentido, ha alabado los "esfuerzos" de los Estados miembro para alentar a todas las partes a "actuar con moderación, reducir las tensiones, evitar más víctimas civiles y lograr el cese de las hostilidades". En este sentido, ha pedido a la comunidad internacional hacer "todo lo que esté a su alcance" para permitir que las partes en conflicto "se alejen del abismo".
PROCESO DE PAZ
Guterres también ha destacado que "estos horribles acontecimientos" no se ha producido de forma aislado y deben entender en el contexto de décadas de "ocupación militar, estancamiento político, agravios y desesperanza y una incapacidad para abordar las cuestiones fundamentales en el centro del conflicto".
Por ello, ha reiterado que un proceso de paz "revitalizado" es el "único camino" hacia "una solución justa y duradera" y ha pedido trabajar hacia la reanudación de las negociaciones para abordar "el estatus de Jerusalén, como poner fin a la ocupación y permitir la realización de una solución de dos Estados sobre la base de las fronteras de 1967, las resoluciones de la ONU, el Derecho Internacional y los acuerdos mutuos, con Jerusalén como capital tanto de Israel como de Palestina"
Las tensiones aumentaron el 9 de mayo, cuando las fuerzas israelíes irrumpieron nuevamente en la Explanada de las Mezquitas –lugar conocido como Monte del Templo por los judíos– y lanzaron gases lacrimógenos incluso en el interior de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
Tras ello, Hamás lanzó varios proyectiles contra Jerusalén y sus alrededores, lo que llevó a Israel a responder con una campaña de bombardeos contra el enclave, a la que las facciones palestinas han respondido incrementando sus disparo de cohetes, a pesar de los intentos de mediación de Egipto y otros países.
El recrudecimiento de los combates se ha visto además seguido por un aumento de los enfrentamientos entre judíos y musulmanes en varias ciudades de Israel y de Cisjordania, incluidas palizas e intentos de linchamiento, lo que ha hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de un conflicto civil a gran escala.