“Los países caribeños han sido proactivos para responder a los efectos de la pandemia…. Pero nuestra fuerte dependencia de las importaciones de alimentos, que suman más de 4.000 millones de dólares al año, nos hace vulnerables a los shocks que producen los aumentos de precios” se afirmó en la reunión virtual.
San José, 1. de junio de 2021 (IICA). – Las naciones del Caribe ratificaron su compromiso con la transformación de sus sistemas agroalimentarios en la búsqueda de una mayor sostenibilidad, aunque advirtieron que necesitan financiamiento internacional para crear resiliencia, debido a la alta vulnerabilidad de la agricultura de la región ante el cambio climático.
Así lo manifestaron en el marco del Diálogo sobre los Sistemas Alimentarios Regionales, convocado por la Comunidad del Caribe (CARICOM), junto al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
En el encuentro regional participaron ministros de Agricultura de países de la región, junto al presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali –jefe de Estado responsable de Agricultura en CARICOM-, funcionarios de organismos internacionales y miembros de la sociedad civil que representaron a agricultores y movimientos ambientales.
Fue una oportunidad para debatir los desafíos que enfrenta la región en el contexto de la pandemia y trabajar en una mirada convergente de cara a la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios 2021, que fue convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. El diálogo estuvo dominado por el dramático impacto en los países caribeños del Covid-19, que afectó la seguridad alimentaria en países que tienen una aguda dependencia de las importaciones de productos agrícolas.
“Los países caribeños han sido proactivos para responder a los efectos de la pandemia. Aún antes del Covid-19 la CARICOM había diseñado una política de seguridad alimentaria. Pero nuestra fuerte dependencia de las importaciones de alimentos, que suman más de 4.000 millones de dólares al año, nos hace vulnerables a los shocks que producen los aumentos de precios. Si queremos tener mayor seguridad alimentaria, tenemos que producir más y estimular el comercio intrarregional”, afirmó Mohamed Irfaan Ali, presidente de Guyana y jefe de gobierno principal para Agricultura, Diversificación Agrícola y Seguridad Alimentaria en el Cuasi Gabinete formado por los líderes de los países que integran CARICOM.
El Presidente Irfaan Ali destacó el trabajo de cooperación técnica del IICA, que ha señalado que las naciones del Caribe deben extremar esfuerzos para asegurar una mayor disponibilidad de agua y energía, dos recursos íntimamente vinculados con la productividad agrícola. “Las soluciones existen. Se requiere voluntad política y llegó el momento de actuar, aunque sabemos que el éxito de nuestros esfuerzos depende en gran medida de la disponibilidad de financiamiento internacional para crear una agricultura más resiliente”, agregó el presidente de Guyana.
Para Mia Mottley, Primera Ministra de Barbados, hoy la principal preocupación de los países de la región debe ser cómo poner comida en las mesas de sus pueblos, en medio de la crisis por la pandemia y cuando se acerca la temporada de huracanes.
Mottley señaló que Guyana, Surinam y Belice son actualmente las canastas de alimentos del Caribe y que el resto de los países debe incrementar su productividad. “Es necesario que nuestros agricultores –señaló- produzcan comida todo el año, pero sólo podrán hacerlo si generamos las condiciones adecuadas. Es necesario que garanticemos educación en buenas prácticas agrícolas y también inversiones en tecnologías, para obtener los mejores rendimientos posibles”, dijo Mottley, quien valoró la labor de cooperación del IICA durante los últimos años con los países del Caribe.
Zulfikar Mustapha, ministro de Agricultura de Guyana, expresó que actualmente se trabaja a nivel regional en la priorización de acciones para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en el Caribe, sobre todo en áreas como agricultura digital, agricultura climáticamente inteligente y una política regional para la importación de animales y productos derivados, con el apoyo del IICA, para lograr avances en el corto plazo.
"Podemos contar con el IICA para avanzar rápido e informar regularmente a las autoridades de CARICOM sobre las acciones regionales", afirmó.
La ministra de Agricultura y Pesca de Antigua y Barbuda, Samantha Marshall, puso el foco en la alta vulnerabilidad de los pequeños estados insulares del Caribe ante las catástrofes naturales. “Hoy, cuando está a punto de comenzar la temporada de huracanes, tenemos por delante seis meses de preocupación, en un momento en que nuestros hermanos de San Vicente y las Granadinas están haciendo frente a las erupciones de un volcán, que también afecta a los países vecinos. Esas son amenazas reales a la seguridad alimentaria”, dijo Marshall. “Tenemos que implementar buenas prácticas agrícolas –añadió- para adaptarnos al cambio climático. Debemos tener una producción más sostenible y no esperar los problemas para reaccionar.”.
La falta de mecanismos de financiación para las transformaciones que deben realizarse en la producción alimentaria del Caribe fue señalada por el ministro de Agricultura y Pesca de Jamaica. “Los gobiernos no podremos financiar las transformaciones necesarias. Somos una región muy vulnerable y el sector financiero tiene que cambiar su mentalidad si queremos que los sistemas alimentarios sean sostenibles. Necesitamos el apoyo de socios internacionales y el sector privado debe tomar un enfoque diferente. Hay que pasar de las palabras a acciones concretas”, afirmó Green.
Michael Pintard, ministro de Agricultura y Recursos Marinos de Bahamas, dijo que, a pesar de enfrentar enormes desafíos, la región ha demostrado resiliencia y capacidad de cambiar.
“Ahora llegó el momento de convertir las teorías en acciones tangibles, para apostar a la innovación e invitar al sector financiero internacional a realizar inversiones verdes en el Caribe, de manera que podamos hacer los ajustes estructurales que se necesitan y no dejar a nadie atrás”, apuntó Pintard.
Por su lado, el secretario general asistente para Comercio e Integración Económica de CARICOM, Joseph Cox, advirtió que los agricultores del Caribe están en desventaja debido a los subsidios que benefician a los productores de otras partes del mundo: “Nuestros agricultores no compiten en un campo nivelado y son las personas más pobres y más vulnerables de la región”.
“La pandemia y la erupción del volcán que afectó a San Vicente y las Granadinas y otros estados caribeños han expuesto nuestras vulnerabilidades y refuerzan la necesidad de transformar el sector agrícola del Caribe”, afirmó a su turno, Manuel Otero, Director General del IICA.
Otero contó que el IICA ha llamado a todos los actores de la agricultura a unirse en un movimiento regional que impulse “nuevas iniciativas, mecanismos y políticas, tendientes a asegurar el crecimiento de las economías regionales. Sabemos que para generar desarrollo, la transformación debe darse en todos los niveles e involucrar a todos los actores. En ese aspecto, el IICA promueve la cooperación técnica y está listo para reforzar sus lazos de colaboración con la CARICOM y sus Estados Miembros”.
“La estrategia de desarrollo sostenible siempre debe tener en el centro a la resiliencia y la inclusión. Es importante que estos diálogos regionales reúnan a agricultores, ganaderos, organizaciones de la sociedad civil, funcionarios del sector público y privado, académicos, mujeres y juventud, para determinar cuál va a ser el aporte de la región a la cumbre de Sistemas Alimentarios 2021”, añadió Otero.