Putin y Biden acaban de sostener una reunión de pocas horas con resultados constructivos y positivos.
Si el papa Francisco y los presidentes Biden, Putin y Xi Junping disfrutaran de un almuerzo completo, es muy posible lograr algunos acuerdos sustantivos y beneficiosos para toda la humanidad.
Almuerzo, por supuesto, donde se muestren pastas, mariscos, carnes, verduras y frutas de todo el planeta.
Cita en que no haya hora para concluirla hasta no lograr acuerdos vitales para evitar otra ‘Guerra Fría’, además de combatir la pobreza, la ignorancia y la insalubridad mundial.
Yo pienso que si esas cuatro personas (con mentalidades y costumbres muy diferentes) se reúnen, es muy probable que alcancen acuerdos positivos que beneficien a todos.
Joe Biden (nacido el 20 de diciembre de 1942 en Scranton, Pensilvania) es el presidente de Estados Unidos desde el 20 de enero pasado. Es abogado, político, católico y exsenador y ex vicepresidente de Barak Obama.
Vladimir V. Putin es abogado, político y ex titular de la KGB, nacido el 7 de octubre de 1952 en Lenigrado, Rusia. Fue titular del Poder Ejecutivo ruso de 1999 a 2008 y luego de 2012 hasta la fecha. Se le considera un gobernante muy popular.
El presidente de la República Popular China es el político e ingeniero químico Xi Jinping, nacido en Fuping, Weinan, el 15 de junio de 1953. Acaba recién de cumplir 68 años. Es, al igual que Biden, muy apreciado por los electores.
Si estos tres elegantes, poderosos y orientadores hombres públicos de Estados Unidos, Rusia y China se pusieran de acuerdo para enfrentar la pobreza, la ignorancia y la insalubridad, no habría necesidad de producir armas letales.
Si estos tres, en almuerzo donde el papa Francisco actúe de moderador, deciden echar a un lado algunos intereses mezquinos muy humanos, yo pienso que los problemas de la humanidad comenzarían a solucionarse.
El papa Francisco ha dicho recientemente que es imperdonable la existencia de tanta pobreza y desigualdad; de tantas iniquidades, prejuicios y egoísmos. “El amor siempre vence”, ha acotado el líder religioso, agregando que todos deben ‘volar alto’ y ‘soñar en grande’.
Esos altos dirigentes de tres grandes países deben ya ‘volar alto’ y ‘soñar en grande’, a fin de que el planeta sea un lugar habitable, seguro, y sin miedo a guerras frías o calientes ni a pobrezas, pandemias o iniquidades. Los demás líderes los seguirían de inmediato.
Y solo sí enrumban sus pasos hacia el amor entre ciudadanos, podrían ser recordados por sus congéneres como verdaderos líderes de su tiempo y de la historia.
Putin y Biden acaban de sostener una reunión de pocas horas con resultados constructivos y positivos. Ojalá sea esta la primera de una serie de almuerzos positivos entre líderes que dicen estar llenos de amor por sus pueblos y el planeta.
¡La suerte está echada!
17 de junio de 2021.