El presidente de ese partido, Federico Quique Antún dijo que hay que respaldar al gobierno del presidente Abinader en esa iniciativa.
El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) declaró que la crisis económica que vive el país, que afecta de manera sensible a una parte importante de la población dominicana, obliga a una reforma fiscal en la que los ricos tengan que pagar más impuestos.
Quique Antún explicó que lo que se busca en una reforma tributaria en que los impuestos sean pagados de acuerdo a los ingresos, es que el aparato gubernamental funcione adecuadamente “a los fines de mejorar las condiciones de vida de los más desprotegidos para que éstos puedan comer su arroz con habichuela”.
“En lo que se cambia el modelo económico, ciertamente el gobierno del presidente Luis Abinader tiene que hacer mayores esfuerzos para que los más humildes puedan tener acceso a la comida, porque ahora mismo los supermercados se han convertido en la casa del terror por los altos precios de los productos de la canasta básica”, agregó.
Sostuvo que en esta época de crisis incrementada por la pandemia del coronavirus (Covid-19), tiene que haber un período de sacrificio “para que a los más humildes no les cueste tanto la vida como ocurre en la actualidad”.
“El gobierno no puede plegarse a los ricos, que son insaciables y no piensan en los más necesitados, en los que no tienen que comer, sino sólo en su afán de amasar cada día más riquezas”, manifestó.
El líder reformista dijo en ese sentido, que hay que respaldar al gobierno del presidente Abinader en una reforma fiscal en la que se ponga a pagar más impuestos a los que más dinero tienen, “lo que permitirá que los pobres puedan vivir con los indispensables para sustentar dignamente sus familias”.
Quique Antún manifestó, además, que en estos momentos de crisis el costo de la canasta familiar es insostenible.
Yo oigo hablar –siguió diciendo- de crecimiento económico, pero uno se pregunta: ¿Quiénes son los que se benefician de ese crecimiento? La realidad es que los que se benefician son dos o tres familias, que se hacen cada vez más ricas, multimillonarias, mientras la mayoría del pueblo está pasando las de Caín.
Reconoció las mejores intenciones del presidente Abinader, pero entiende que el mandatario debe enfrentar a los sectores “que siempre quieren más, más y más riqueza, y no piensan que los hijos de los pobres también tienen derecho a vivir”.