Así, ha tomado la decisión inmediata de suspender las actividades durante al menos una semana mientras esperan a que las instalaciones permanezcan intactas.
MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) – La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este martes que se ha visto obligada a cerrar temporalmente uno de sus hospitales en Haití a causa de la violencia entre pandillas después de que el centro y sus trabajadores fueran objeto de un ataque armado durante el fin de semana.
El incidente se produjo cuando varios miembros de una pandilla abrieron fuego contra un centro de MSF en el barrio de Martissant, en Puerto Príncipe. En un comunicado, la directora de la misión de MSF en el país, Alessandra Giudiceandrea, ha alertado de que "claramente el objetivo era el hospital".
A pesar de que nadie murió ni resultó herido, la organización ha señalado que "no puede continuar tratando a la población en la zona si eso pone en peligro a los trabajadores". Tras el ataque del sábado, Giudiceandrea ha indicado que tanto los trabajadores como los pacientes han sido evacuados, según informaciones del diario 'Le Nouvelliste'.
Así, ha tomado la decisión inmediata de suspender las actividades durante al menos una semana mientras esperan a que las instalaciones permanezcan intactas. El centro abrió en 2006 y es el primero que la ONG instaló en el país. "La seguridad de los equipos se ha visto comprometida durante semanas", ha afirmado.
En mayo, un trabajador de la ONG fue asesinado a tiros cuando estaba de camino a casa desde el trabajo, a pesar de que no se resistió a los atacantes. "El espacio humanitario se ha visto reducido durante los últimos meses", ha explicado.
"Los servicios que MSF provee están en peligro, pero para nuestro personal y para todo el mundo ir a trabajar es extremadamente peligroso", ha añadido. Haití ha percibido un aumento de la violencia durante semanas, con diferentes facciones luchando por hacerse con el control del territorio.
Se estima que unas 13.600 personas han huido de sus viviendas en Puerto Príncipe desde el pasado 1 de junio para huir de los enfrentamientos, según datos de Naciones Unidas. Para MSF, este aumento de la violencia forma parte del recrudecimiento de la crisis política y económica que atraviesa el país.
"En un momento en que deberíamos expandir nuestras actividades debido a la COVID-19 y otras necesidades, estamos luchando para mantener nuestras estructuras abiertas a pesar de las deplorables condiciones de seguridad", ha dicho.
En este sentido, ha explicado que "nos gustaría hacer más, pero no podemos hacer más". "Cuando se abre una instalación y se inician actividades médicas, hay que pensar en la seguridad, y las opciones que quedan son muy pocas", ha subrayado.