Lupita se ha desplazado más de 20 kilómetros en la costa mientras Juanita y Pepe exploran poco a poco su libertad
Desde que fue retirada la malla que resguardaba a Juanita, Pepe y Lupita, mientras completaban la última fase en el proceso de adaptación a su hábitat natural, los manatíes han empezado a explorar la vida en plena libertad.
Lupita, la más pequeña de los tres y quien sólo llevaba cerca de tres años en cautiverio en el Acuario Nacional, luego de ser rescatada con una herida de punzón en el lateral izquierdo de su cuerpo, ha sido la más curiosa en su nueva vida.
Según lo publicado por el Ministerio de Medio Ambiente, este manatí ha recorrido más de 20 kilómetros desde la bahía donde fueron llevados en el mes de diciembre, explorando poco a poco el lugar al que pertenece y del que nunca debió salir.
En ese trayecto se le ha visto en las inmediaciones de la playa pública de Bahíbe, en Palmilla, mientras que esta madrugada se le ubicó en Calderas en el Canal de Catuano perteneciente al Parque Nacional Cotubanamá.
Mientras que Juanita y Pepe, quienes estuvieron por más de ocho años en cautiverio exploran poco a poco el mar, recorriendo algunos metros cerca de la bahía donde se encontraban, comiendo praderas marinas y estando en lugares donde pueden encontrar agua dulce que es la que toman estos animales marinos.
Además de poder desplazarse libremente, en este nuevo proceso que inició el pasado domingo 27 de junio, Juanita, Pepe y Lupita han podido estar en contacto con otros manatís quienes se acercan a ellos para darles la bienvenida en esta nueva etapa de sus vidas.
Desde la plena libertad de estos animales marinos, un equipo de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar) y colaboradores del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, hacen un monitoreo diario de los lugares donde se mueven y supervisan su estado de salud, todo esto gracias a los rastreadores colocados que permiten obtener su ubicación.
Exhortación
El Ministerio de Medio Ambiente continúa realizando un llamado a toda la ciudadanía en especial a los capitanes de barcos y botes, a proteger, cuidar y velar por el bienestar de los manatíes del país, en especial por aquellos que usan las aguas de Bayahíbe para vivir.
Es importante transitar a bajas velocidades por estas aguas y con el mayor cuidado posible, evitar darle de beber, no alimentar ni intentar jugar con estos animales en peligro crítico de extinción.
Sobre los manatíes
Luego de permanecer por más de 8 y dos años en cautiverio en el Acuario Nacional, donde fueron llevados luego de ser rescatados, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, inició el proceso de adaptación de estos manatíes antillanos de la especie Trichechus manatus, a su hábitat natural.
En el marco de esta etapa en diciembre del 2020 fueron llevados a una ensenada de 4,150 metros cuadrados en Bayahíbe, donde concluyeron el proceso de adaptación a su ambiente natural, principalmente al lograr alimentarse exclusivamente con los pastos marinos que encontrarán en la vida silvestre.
El pasado domingo 27 de junio fue retirada la malla que los resguardaba en ese lugar y desde entonces se integran a su ambiente natural.