“Se trata del mismo grupo criminal que intentó tumbar a tiros el helicóptero presidencial el pasado 25 de junio mientra la nave aterrizaba, en la ciudad de Cúcuta, ahora intentaban derribar, nada más y nada menos que, el avión presidencial en la ciudad de Bogotá”.
Por MANUEL TEJADA GÓMEZ
Los detalles de la macabra trama salieron a la luz luego de que las autoridades investigaran y apresaran a varios individuos relacionados con el ataque terrorista perpetrado en la Trigésima Brigada del Ejército en Cúcuta, capital del departamento del Norte de Santander y también, relacionado con el atentado al helicóptero presidencial en el que viajaba el presidente Duque y el ministro de defensa.
En informes reservados y que tuvo acceso el medio de comunicación la autoridades colombianas dicen tener suficiente evidencia sobre los detalles en que se ejecutaría una escalofriante trama contra el presidente de Colombia, derribando el avión presidencial en la ciudad capital.
El nuevo plan contra el presidente se ejecutaría durante una de las aproximaciones de la aeronave al aeropuerto militar El Catam, ubicado en el noroccidente de Bogotá, justo cuando estuviera sobrevolando a baja altura sobre la población de Funza, municipio vecino a la capital y que colinda con el aeropuerto. Desde tierra, francotiradores tenían la orden de dispararles a las turbinas del Fokker F-28, un avión al servicio del presidente de la república. Los atacantes se ubicarían en las veredas El Hato y Las Palmas, a una corta distancia de la pista de aterrizaje.
Un integrante del Cuerpo de Seguridad del presidente Iván Duque, estaría involucrado en el plan con la función de suministrar la información exacta del aterrizaje de la nave en la base militar capitalina. “Fuga de información, posible integrante del esquema de segurida”, dice el infrome.Un hombre identificado como alias Richard sería el encargado de dirigir a los francotiradores que atacarían la aeronave.
Para ejecutar el atentado, los implicados compraron una vivienda y dos camionetas desde hace un mes. Asimismo, en los últimos 15 días, diez personas procedentes del Catatumbo, de las llamadas fuerzas especiales de las disidencias de las Farc, llegaron a Bogotá para cometer ese magnicidio.
El atentado contra Duque, según el informe reservado, se iba a concretar con fusiles tipo Barrett, calibre 50 mm, y explosivos tipo “rampa o llovizna”. El plan criminal fue denominado por las disidencias de las Farc y los narcos como “Objetivo Colombia 6”. También, pretendía atacar el comando de la Policía en Norte de Santander con un carro bomba y explosivos lanzados desde rampas fijas, ubicadas a 200 metros.
Además, planeaban atentar contra la Sijín de la Policía, en el sector Corral de Piedra, en Cúcuta, con explosivos llevados desde Tibú a esa ciudad. El material, al parecer, fue almacenado en una vivienda del barrio Cerro Pico, donde funciona una chatarrería. Igualmente, pretendían activar carros bomba en la sede de la Fiscalía y el Palacio de Justicia, en Cúcuta. Para ello pensaban usar un bus o un vehículo de alta gama, con placas venezolanas.
De todo lo maquinado, alcanzaron a ejecutar el atentado contra la Trigésima Brigada. Aunque 44 personas resultaron heridas, la dimensión de la tragedia no fue mayor, porque solo se activaron 290 metros de cordón detonante por una falla técnica. Es decir, quedaron inactivos 1.710 metros más que hubieran podido volar por completo esta sede militar.
Autores intelectuales
La Fiscalía tiene claro quiénes quieren asesinar al presidente Duque. Se trata de las disidencias de las Farc comandadas por alias Iván Mordisco y Gentil Duarte, dedicadas al narcotráfico. La misión le fue asignada a alias John Mechas, cabecilla de las también llamadas Gaor 33 (grupo armado organizado residual). Los tres comandantes se esconden en Venezuela desde donde impartieron las órdenes.
El ministro de Defensa, Diego Molano, confirmó que los planes contra el presidente se fraguaron en el país vecino. Diez personas habían sido capturadas en Cúcuta, la Ye de Astilleros, en el Zulia, y en los corregimientos de La Gabarra y Campo Dos, en Tibú, durante el desarrollo de nueve allanamientos. Les incautaron 23 celulares, cinco vehículos, COP$185.620.000 pesos, tres USB, dos discos duros, una tableta, una minigrabadora, cinco computadores, una moto, un revólver calibre 38 con 24 cartuchos y una pistola Jericó.
Hasta ahora, en los dispositivos incautados se encontraron estrategias para conseguir recursos y planear la logística; planos de los lugares donde iban a atacar; hablan del “Objetivo Colombia 6”, refiriéndose al presidente; solicitan “autorización” para ejecutar el hecho; muestran el plano general del aeropuerto Camilo Daza, de Cúcuta; anexan un informe detallado de los equipos de comunicaciones que se requieren. “Necesito comprar dos radios VHF frecuencia aérea y marítima de 7.5 watt. Valor aproximado 12 millones de pesos cada uno”, dice uno de los mensajes encontrados por las autoridades.
También aparece una solicitud de alias Darwin: “Necesito que me autorice la llevada de dos fusiles para la misión Colombia 6”. De hecho, horas después del atentado contra el helicóptero presidencial, fueron hallados dos fusiles cerca al aeropuerto Camilo Daza.
Los capturados son señalados de planear el atentado contra la Trigésima Brigada del Ejército y el ataque con fusiles al helicóptero en el que viajaba el presidente con sus ministros y el gobernador de Norte de Santander. Aún quedan pendientes otras órdenes de detención. Al presidente Duque le quieren cobrar los duros golpes que le ha propinado a esta estructura del narcotráfico con la incautación de más de 15 toneladas de cocaína, sin contar demás operaciones contra los narcos en todo el país.