El informe también refleja que uno de los grandes retos de los padres es inculcar a los niños buenos hábitos de uso de los dispositivos electrónicos.
MADRID, 4 Ago. (Portaltic/EP) -Los dispositivos electrónicos han permitido que los niños pudieran seguir las clases y acabar el curso durante la pandemia, aunque los equipos electrónicos empleados para un fin escolar han caído en desuso por parte de los pequeños y ahora los utilizan más para ocio y juego que para estudiar.
La 'I Radiografía de los españoles smart', de SPC, revela que a pesar de este aumento del uso de los dispositivos tecnológicos durante los meses de clases 'online', los adultos con niños a su alrededor señalan que, hoy solo un 8,3 por ciento de los pequeños hace uso de ellos mayoritariamente para cumplimentar información para sus tareas de clase.
En este sentido, el 46,4 por ciento de los encuestados considera que jugar ha sido el uso principal de los aparatos electrónicos por parte de los niños, pero también para ver contenidos audiovisuales (26,4%). Un minoritario 7,7 por ciento cree que los niños los han utilizado mayoritariamente para estar en contacto con sus familiares y amigos, un 6,7 por ciento para usar aplicaciones para aprender jugando (por ejemplo, los idiomas) y un pequeño 4 por ciento para escuchar música.
Ocho de cada diez encuestados con niños en su entorno afirman que estos han modificado en gran medida su relación con estos dispositivos. Así, el 36,2 por ciento considera que los pequeños han aumentado las horas de uso para momentos relacionados con el ocio. Por el contrario, solo un 28 por ciento cree que ese mayor uso es debido a temas educativos.
Por su parte, un 16 por ciento que piensa que no han variado ni su uso ni el tiempo dedicado a los mismos o que han hecho un uso equitativo para ambas cosas (15,1%). Mientras que en el otro extremo, un reducido 4,9 por ciento que afirma que los menores han reducido las horas de uso totales de los dispositivos electrónicos
LA TECNOLOGÍA Y GAMIFICACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD
El informe también refleja que uno de los grandes retos de los padres es inculcar a los niños buenos hábitos de uso de los dispositivos electrónicos. Para una amplia mayoría (80,7%), la tecnología y las actividades de gamificación son un apoyo para el desarrollo de la creatividad infantil porque les ayuda a resolver retos, mientras que un 65,3 por ciento afirma que les genera autonomía y un 57, 2 por ciento considera que estas actividades no presenciales les ayudan a perder el miedo a equivocarse.
Al otro lado nos encontramos que un 68,8 por ciento de encuestados que afirma que con la tecnología los niños buscan la inmediatez y ya no son capaces de buscar inspiración en otros ámbitos si les lleva más tiempo. Un 61,1 por ciento de las respuestas considera que esta conectividad constante les puede volver personas menos sociables y un 58,62 por ciento que cree que los niños ya no saben hacer nada si no es digital.
Preguntados por las posibles soluciones que podrían mejorar las capacidades tecnológicas de los niños a nivel educativo, la mayoría de los encuestados (casi 6 de cada 10) tiene claro que el entorno educativo debería proponer actividades interactivas que fomenten el trabajo en equipo.
Un 48,6 por ciento defiende que los niños deberían contar con asignaturas que les enseñaran a ver las ventajas de la tecnología en distintos ámbitos educativos y un 42 por ciento considera que disponer de más dispositivos electrónicos en las aulas ayudaría a que los niños asociaran este dispositivo al aprendizaje y no solo al ocio.
NIÑOS Y TABLETAS
El estudio revela que más de un 80 por ciento de los encuestados cree en los beneficios que tiene el uso de la tableta, ya que ayuda al crecimiento académico y desarrollo cognitivo de los niños, al mismo tiempo que a recibir el apoyo y refuerzo que necesitan en las asignaturas en las que se encuentren con más dificultades.
Un 74 por ciento de las respuestas apunta a que el uso de tabletas por parte de los pequeños les ofrece un aprendizaje adaptativo y personalizado a las características y necesidades de cada uno.
En el lado contrario, el estudio pone de manifiesto que ocho de cada diez encuestados piensan que los niños se vuelven muy cómodos a la hora de buscar fuentes de información y contrastar datos, y afirman que este tipo de dispositivos debería ser un recurso complementario al proceso de aprendizaje guiado por métodos más tradicionales.