El ministro de Educación brasileño ha señalado que los rectores de los centros públicos tampoco deben ser 'lulistas
Por EUROPA PRESS –
El ministro da Educación de Brasil, Milton Ribeiro, ha defendido que la universidad debería ser solo "para unos pocos" si se pretende que sea "útil", y a su vez ha señalado que los rectores de los centros públicos "no pueden ser izquierdistas, ni 'lulistas'", en referencia al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.
"Algunos han optado por visiones del mundo socialista. No es necesario ser 'bolsonarista', pero no se puede izquierdista, ni 'lulista'. Los rectores tiene que cuidar de la educación y punto. Las universidades federales no se pueden convertir en un comité político, ni de la derecha, mucho menos de la izquierda", ha aseverado Ribeiro para la televisión pública brasileña.
Durante la entrevista, Ribeiro, en el cargo de ministro desde hace poco más de un año, ha hecho también referencia a la reciente decisión del Consejo Universitario de la Universidad de Río Grande del Sur de discutir la destitución del decano Carlos André Bulhoes, nombrado rector por el presidente, Jair Bolsonaro.
"Es una expresión de la voluntad de los alumnos y no me opongo a ella, eso en primer lugar", pero "tiene que saber convivir con eso. La autonomía universitaria, cabe recordad, no es soberanía universitaria" y "algunos lo entienden así", ha referido sobre este caso, en el que el consejo, a pesar de su poder de decisión, necesita el aval del Ministerio de Educación o del presidente Bolsonaro.
UNIVERSIDAD "PARA UNOS POCOS"
Ribeiro, que también ejerce como pastor de la Iglesia Presbiteriana, ha destacado las salidas profesionales de la educación técnica, así como de los cursos de formación profesional, "las grandes estrellas del futuro", y ha valorado que la universidad "debe ser para unos pocos" para que pueda "ser útil para la sociedad", pues ya "hay muchos ingenieros conduciendo Uber".
El ministro también ha reconocido que si bien el examen de acceso a la Educación Secundaria (ENEM) es "muy democrático" para más del 50 por ciento de las suscripciones son gratuitas, también ha señalado que se trata de una prueba "muy cara" y que "no es posible" que sea "para todos".
"Queremos que sea una prueba bien hecha. Pero hay mucha gente que, al ser gratuita, ni siquiera asiste y se gasta en impresión, corrección, que ya se he contratado, en el local de la prueba. Dinero público desperdiciado", justifica.
Este martes está previsto que una decena entre partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil presente ante el Tribunal Supremo una solicitud demandando cambios en la forma de acceso al ENEM para beneficiar a cerca de dos millones de personas de bajos ingresos.
El objetivo es también tumbar la medida del Ministerio de Educación que no permite a quienes no acudieron a la prueba el año pasado poder realizar de cara a este curso. Las asociaciones y partido de la oposición alegan que los exámenes se realizaron durante los peores tiempos de la pandemia, por lo que muchos candidatos no acudieron por temor a contraer la enfermedad.