Los insurgentes conquistan dos capitales de provincia en la misma jornada y logran avanzar en otra
Por EUROPA PRESS –
Los talibán se han hecho este martes con el control de instituciones clave en la ciudad de Fará y Pul-e-Jumri, con lo que controlarían ya ocho capitales de provincia, fruto de una incesante acometida que arrancó el viernes y que también ha implicado avances en las ciudades de Feyzabad y Mazar-e-Sharif, aunque en este último caso los insurgentes habrían sido derrotados.
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha asegurado en Twitter que el grupo se ha hecho ya con el control de las oficinas del gobernador de la región de Fará –fronteriza con Irán–, en una operación que aspira a completar con la expulsión del "enemigo" de otras zonas de la ciudad.
Fuentes citadas por medios como Pajhwok o Tolo News también han confirmado este martes que los talibán controlan la mayor parte de la localidad, incluida la principal sede de la Policía, después de que se hayan registrado enfrentamientos durante la jornada.
Asimismo, Muyahid ha informado de la toma en la tarde de este martes de la capital de la provincia de Baghlan, Pul-e-Jumri –al norte de Kabul–, donde los talibán controlan ya la oficina del gobernador, el cuartel de la Policía, el centro de inteligencia y "todos los espacios gubernamentales".
"La ciudad de Pul-e-Jumri ha sido completamente conquistada (…) se tiene una presencia activa y estable en ella", ha aseverado el portavoz de los insurgentes, que ha añadido que el "enemigo" está siendo perseguido y ha sufrido "numerosas bajas" en la zona. Al respecto, fuentes de seguridad han confirmado la retirada de las fuerzas afganas de la ciudad, ubicada en el norte, según recoge Tolo News.
Igualmente, el portavoz de los talibán ha afirmado que los insurgentes avanzan en la ciudad de Feyzabad, capital de la provincia de Badajshan, donde habrían entrado después de "romper la línea de defensa" de las fuerzas afganas y capturar algunos puestos de control.
Los combates también se repiten en Mazar-e-Sharif, la cuarta mayor ciudad de Afganistán y ubicada en la parte norte, cerca de Tayikistán. Si bien en un principio fuentes locales citadas por la agencia de noticias DPA han advertido de que la situación ha empeorado en la capital de la provincia de Balj, horas después las fuerzas de seguridad afganas han informado de que vuelven a tener el control.
El gobernador de Balj, Mohamed Farhad Azimi, ha informado este martes de que tras numerosos combates a lo largo de la noche del lunes, las fuerzas de seguridad afganas han logrado rechazar la ofensiva talibán en la ciudad de Mazar-e-Sharif y recuperado el distrito de Nahr-e-Shahi, gracias sobre todo al apoyo aéreo.
El consejero provincial Zabihulá Kakar y la diputada Saifura Niazi han explicado que el ataque comenzó el lunes, sobre dos distritos adyacentes a la ciudad y, tras una primera respuesta de las fuerzas de seguridad, los insurgentes se habrían movido hacia la zona de Dehdadi. "Hemos oído el sonido de artillería pesada durante toda la noche", ha contado Kakar a DPA.
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El Ministerio de Justicia ha informado este martes que las fuerzas de Inteligencia afganas han impedido que trece menores de edad fueran trasladados hasta la convulsa provincia paquistaní de Baluchistán, fronteriza con Afganistán, en donde serían "entrenados como terroristas" en escuelas religiosas.
"Nuestro país se encuentra en un estado de guerra, en un estado de, desafortunadamente, evidente agresión; cuando una sociedad está en un estado de guerra, es obvio que las calamidades y catástrofes también son generalizadas", ha apuntado el ministro de Justicia, Fazel Ahmad Manawi.
En los últimos días, el Ministerio de Refugiados y Repatriaciones comunicó que cerca 70 niños habían sido interceptados en la frontera que comparten Afganistán e Irán y entregados posteriormente a sus familia, informa Tolo News.
Los talibán han intensificado su ofensiva coincidiendo con el inicio a principios de mayo del repliegue militar internacional. Pese a los avances logrados en este tiempo, tanto Estados Unidos como el resto de socios de la OTAN se han ceñido a los planes previstos.