Santo Domingo. El presidente de la Federación Dominicana de Arte y Cultura abogó este lunes para que desde los estamentos del gobierno dominicano y de la administración pública, la cultura sea tratada y concebida como un servicio social de primera necesidad y un bien común para garantizar la calidad de vida de las comunidades.
Sus declaraciones fueron ofrecidas dentro del marco de las celebraciones del Día Mundial del Folklore instaurado por la Unesco, y que se celebra los días 22 de agosto de cada año. Pedro Julio Quezada dijo que hay que transformar la visión que se tiene de la cultura y las políticas culturales, ya que los objetivos de estas políticas son esenciales para el desarrollo nacional.
“En los panoramas de desastres como el que vive el mundo con la pandemia desde el año pasado, todos los sectores sociales, económicos, se paralizaron. Sin embargo, el sector cultural detuvo su capacidad de gestión y de generar ingresos a través de todo el ecosistema cultural, industrias culturales, otros; pero no detuvo su capacidad de acción, y su actitud proactiva, siendo parte de la respuesta inmediata a las urgencias locales. Los primeros en dar servicio en su comunidad son los artistas locales, gestores y promotores locales, los portadores con todo el arsenal de conocimientos que tienen de sus comunidades, están en la primera línea ofreciendo su apoyo. El sector cultural es parte de los servicios vitales, esenciales, y es parte de las respuestas de emergencia”, sostuvo Pedro Julio Quezada.
Esa gestión local del promotor, del artista, del gestor, los conocimientos de las comunidades que posee y su relación directa con ellas, lo hace vital a la hora de canalizar los demás servicios que ofrece el Estado para proteger la vida y la salud de los ciudadanos. Reconocer esta realidad en una visión de cultura como servicio esencial, es fundamental y necesaria para modernizar las estructuras públicas del sector.
Pidió que se integre a la administración pública en general, este criterio que no es nuevo, y que es una realidad en países similares al nuestro. Las políticas culturales no están sólo bajo la acción del gobierno, también las organizaciones culturales juegan su papel en este contexto, y deben ser integradas a la administración pública de la cultura.