La dinámica reciente de la inflación ha estado afectada por choques de costos transitorios asociados a mayores precios del petróleo y de insumos alimenticios importados, así como al incremento de costos globales de fletes.
Santo Domingo, República Dominicana. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de agosto de 2021, decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 3.00 % anual. De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 3.50 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 % anual.
La decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto del COVID-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en julio fue de 0.54 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros siete meses de 2021 fue de 4.57 %.
De este modo, la inflación interanual se redujo, al pasar de su máximo alcanzado en mayo del 2021 de 10.48 % a 7.88 % en julio. Igualmente, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, se moderó al pasar de 6.0% interanual en junio 2021 a 5.79 % en julio.
La dinámica reciente de la inflación ha estado afectada por choques de costos transitorios asociados a mayores precios del petróleo y de insumos alimenticios importados, así como al incremento de costos globales de fletes.
No obstante, recientemente se ha observado una disminución en los precios internacionales de varios de estos bienes primarios desde sus máximos alcanzados en mayo, que contribuirán a atenuar las presiones inflacionarias externas.
En ese sentido, el sistema de pronósticos del BCRD indica que la inflación convergería gradualmente al rango meta de 4 % ± 1 % durante el horizonte de política monetaria. Esta senda proyectada para la inflación y las expectativas ancladas a la meta, permiten al Banco Central gestionar activamente los niveles de liquidez de la economía, consistentes con el proceso de consolidación de la recuperación económica, y adoptar las medidas necesarias para preservar la estabilidad de precios en un contexto de fuertes fundamentos macroeconómicos.
En el entorno internacional, si bien las perspectivas económicas se mantienen positivas, se observa una moderación en las expectativas de recuperación global asociada a un repunte en los contagios mundiales de COVID-19, debido principalmente a la variante Delta en las economías avanzadas. En ese sentido, Consensus Forecasts (CFC) prevé una expansión para la economía global de 5.8 % en 2021.
Para Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, las proyecciones más recientes del mes de agosto de Consensus apuntan a un crecimiento de 6.2 % para 2021, revisándose a la baja respecto a los pronósticos del mes pasado debido a la incertidumbre causada por una mayor propagación del COVID-19.
Durante el segundo trimestre del año 2021 la economía estadounidense se expandió en 12.2 % interanual, mientras la inflación se situó en julio en 5.4 %. En este contexto, la
Reserva Federal mantiene la tasa de fondos federales en el rango de 0.0 % y 0.25 % anual durante 2021, a la vez que continúa con los programas de inyección de liquidez a los mercados financieros para apoyar la recuperación económica.
Por otro lado, las previsiones para la actividad económica en la Zona Euro han mejorado, proyectándose para 2021 una expansión de 4.8 %. En tanto, el Banco Central Europeo ha mantenido su programa de estímulo monetario con la tasa de depósitos overnight en -0.50 % anual, mientras implementa medidas de provisión de liquidez a través de la compra de títulos públicos y privados, así como operaciones de refinanciamiento de largo plazo.
En América Latina, las perspectivas para la región han presentado avances durante los últimos meses, previéndose una expansión de 6.0 % en 2021, según Consensus, si bien aún condicionadas por la evolución de las tensiones socio-políticas en varias economías de la región.
En este contexto, la mayoría de los bancos centrales mantienen posturas expansivas, aunque en algunos países, como Brasil, Chile, México y Perú, han aumentado sus tasas de interés de referencia, influenciadas por volatilidad en sus mercados cambiarios, políticas fiscales expansivas e incrementos en sus expectativas de inflación.
Con relación a las materias primas, el precio del barril del petróleo intermedio de Texas se situó en torno a US$67.60 dólares en promedio durante agosto, inferior al promedio del mes anterior de US$72.50 por barril. En ese orden, los organismos especializados esperan que los precios del crudo se moderen durante los próximos trimestres. Por otro lado, el precio promedio del oro se ubicó alrededor de US$1,800 por onza troy en agosto, al ser utilizado como refugio de valor en un contexto de incertidumbre, lo que beneficia a nuestro país a través de las exportaciones de este metal.
En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la demanda agregada se ha afianzado, destacándose el crecimiento del Indicador Mensual de Actividad Económica de 12.1 % interanual durante el mes de julio. Este dinamismo de la economía dominicana ha permitido que la expansión acumulada durante los primeros siete meses del año se ubique en 13.1 %, influenciada por el buen desempeño de sectores con un alto encadenamiento productivo como Construcción, Manufactura Local, Zonas Francas, Comercio, entre otros.
En este contexto, las proyecciones de crecimiento económico se han revisado al alza, proyectándose que alcanzaría 10% o más durante este año 2021. Estas perspectivas positivas para la economía dominicana están apoyadas en el mayor crecimiento mundial, la mejoría gradual del turismo y los avances en el plan nacional de vacunación, que ha logrado inocular a más del 67 % de la población adulta con una dosis y superando el 55% con dos dosis, una de las tasas de vacunación más altas de la región. Asimismo, el esfuerzo coordinado de las políticas monetaria y fiscal ha contribuido a consolidar la reactivación de la demanda interna.
En efecto, las medidas de estímulo monetario implementadas por el Banco Central desde inicios de la pandemia han sido efectivas, incidiendo en una reducción de la tasa de interés activa promedio ponderado de la banca múltiple en más de 300 puntos básicos, mientras que los préstamos privados en moneda nacional se expanden en torno a 10 % interanual al cierre de agosto, una de las tasas de crecimiento más altas de la región. Cabe recordar que a través del programa de provisión de liquidez los intermediarios financieros canalizaron a empresas y hogares más de RD$215 mil millones y los recursos provistos están retornando gradualmente al Banco Central, conforme son amortizados los préstamos otorgados con estas facilidades.
En el sector externo, continúa el buen desempeño de las remesas que crecieron 43.2 % durante los primeros siete meses del año y se estima que superarían los US$10,600 millones para el cierre de año 2021; mientras que el turismo se recupera gradualmente al recibir durante julio de 2021 aproximadamente el 95 % de los pasajeros no residentes que arribaron durante el mismo mes de 2019,
previo a la pandemia. Asimismo, se mantiene el dinamismo de las exportaciones de zonas francas, al crecer 32.3% en el primer semestre del 2021 y continúan elevados los flujos de Inversión Extranjera Directa, que se estima se ubicarían en torno a los US$3 mil millones para el cierre del año.
Los niveles de reservas internacionales alcanzaron un máximo histórico en torno a los US$ 13 mil millones al cierre de agosto, influenciadas por los resultados de las actividades generadoras de divisas y la nueva asignación de Derechos Especiales de Giro por parte del FMI, equivalentes a unos US$649.05 millones.
Esta posición fuerte de reservas y la mejoría en el flujo de divisas han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una ausencia de presiones cambiarias durante el presente año.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.
En ese sentido, se mantendrá dando especial seguimiento al impacto de la pandemia del COVID-19 y la evolución de las presiones inflacionarias, encontrándose preparado para adoptar las medidas necesarias ante factores que