El Poder Ejecutivo solo entregó el perfil de la propuesta para la reforma constitucional, quedando pendiente las demás luego de las conformaciones de las mesas temáticas.
Por José Francisco Peña Guaba
En el día de ayer estuvimos convocados por segunda ocasión a un encuentro con representantes de organizaciones sociales, laborales y empresariales, que son miembros del Pleno del Consejo Económico y Social (CES). En la reunión asistieron los 12 partidos políticos con representación ante el Congreso Nacional, y la misma fue encabezada por el presidente Abinader, en donde su asistencia nos fue confirmada el martes en la tarde. Nos sorprendió conocer de la sorpresiva participación del Jefe del Estado en la reunión pero, asumimos de manera positiva su intervención, la cual sin duda alguna fue conveniente.
Encontramos al presidente Abinader en la mejor disposición de hacer realidad el “Diálogo Nacional por las reformas”, con la humildad y don de gentes que le caracteriza al inquilino de la mansión de Gazcue, esbozó de manera clara su visión acerca de los ejes temáticos de las reformas planteadas; su decisión de que estás fueran producto del consenso y del conocimiento y participación de todas las fuerzas vivas de la Nación. De igual manera, fue enfático en lo concerniente a la reforma constitucional, especificó buscar fortalecer la independencia del Ministerio Público.
Igualmente, el presidente Abinader planteó una reorganización puntual del funcionamiento de las Altas Cortes, Suprema Corte de Justicia, Tribunal Constitucional y Tribunal Superior Electoral, así como en el Consejo del Poder Judicial, auspiciando en los mismos mecanismos que garanticen mayor independencia en su escogencia y rotación en sus respectivas direcciones.
A estás se suman otras que tienen que ver con la representación de la administración pública, creando la figura jurídica del Abogado General de la Administración Pública, cambios en el sistema electoral en cuanto a la composición de los órganos electorales administrativos y contencioso de la Junta Central Electoral y del Tribunal Superior Electoral, sobre el proceso de formación de leyes, para hacer menos burocrática la iniciativa legislativa popular, y lo que tiene que ver con el control de los fondos públicos, a través de la Contraloría General y la Cámara de cuentas.
El Poder Ejecutivo solo entregó el perfil de la propuesta para la reforma constitucional, quedando pendiente las demás luego de las conformaciones de las mesas temáticas. La entrega de los planteamientos del gobierno sobre lo que entiende es necesaria a fin de hacer realidad la agenda de reformas. En principio, los partidos políticos asistentes vemos bien las intenciones del Presidente, un espíritu de colaboración existe en la partidocracia nacional, para hechar hacia delante las reformas enunciadas.
El día 6 de octubre se realizará el tercer encuentro, esperamos que ese sea el despegue definitivo de este “Diálogo Nacional”, aunque no somos ilusos como para creernos que su aprobación será una tarea fácil, en el FOPPPREDOM estamos convencidos que por encimas de las diferencias y los objetivos particulares de la organizaciones políticas, está el país, y simple, no nos podemos negar a esta cita histórica de ayudar a resolver problemas ancestrales que urgen de soluciones prácticas que no esperan más.
Estamos haciendo conciencia en los partidos que debemos apoyar al presidente Abinader en esta tarea, para cambiar cosas que demanda la sociedad, y por lo cual nosotros no nos podemos quedar de brazos cruzados. La política debe servirle a la gente no solo en tiempos de campaña, en las 14 mesas estaremos participando todos los partidos del sistema con y sin representación congresual, y de manera entusiasta buscaremos el consenso con los otros sectores participantes del mismo, tenemos pleno discernimiento de que el país nos está mirando, y no le vamos a dar cancha para que los antipolíticos hagan crecer aún más la desafección, que ya de por sí está en niveles importantes, todo porque los partidos hemos defendido intereses y no causas, que es lo que en verdad le interesa al pueblo pero, en esta ocasión no nos vamos a equivocar y nuestra prioridad será asumir la defensa de las mayorías nacionales.
El Diálogo Nacional es una oportunidad para todos los participantes: para que el gobierno pueda crear una verdadera gobernanza y relanzarse ante la baja de la pandemia al modelo del cambio; para que el sector social lleve ahí sus necesidades más sentidas con el propósito de que sean tomados en cuenta; el sector laboral para que represente seriamente a los trabajadores; el empresariado para que asuma un interés de conciencia de clase, y que entienda que sin un poco de sacrificio por su parte estarán atentado contra su propia estabilidad; y para que los partidos políticos se reconecten de nuevo con la sociedad, y defiendan al pueblo, o nuestros días estarán contados, porque la antipolítica nos barrera y el electorado en las urnas, no lo duden, nos rechazarán, hora de ¡unidad en la diversidad!