MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) – Unos 1.400 nuevos satélites han comenzado a dar vueltas alrededor de la Tierra en lo que va de 2021, superando el récord de 1.300 del año pasado cuando 114 lanzamientos llevaron a órbita 1.300 satélites.
En total, 7.941 satélites artificiales –pertenecientes al menos a 105 países– estaban orbitando nuestro planeta a 16 de septiembre de 2021, según el recuento realizado por Supriya Chakrabarti, director del Centro de Ciencia y Tecnología Espaciales de la Universidad de Massachusetts, Lowell.
Desde que la Unión Soviética lanzó el Sputnik, el primer satélite creado por humanos, en 1957, la humanidad ha estado poniendo cada año más y más objetos en órbita. Durante la segunda mitad del siglo XX, hubo un crecimiento lento pero constante, con aproximadamente 60 a 100 satélites lanzados anualmente hasta principios de la década de 2010. Pero desde entonces, el ritmo ha ido aumentando de forma espectacular.
Según Chakrabarti, hay dos razones principales para este crecimiento exponencial. Primero, nunca ha sido tan fácil llevar un satélite al espacio. Por ejemplo, el 29 de agosto de 2021, un cohete SpaceX transportó varios satélites, incluido uno construido por mis estudiantes, a la Estación Espacial Internacional. El 11 de octubre de 2021, estos satélites se desplegarán en órbita y la cantidad de satélites aumentará nuevamente, informa The Conversation.
La segunda razón es que los cohetes pueden transportar más satélites de forma más fácil y económica que nunca. Este aumento no se debe a que los cohetes se vuelvan más poderosos. Más bien, los satélites se han vuelto más pequeños gracias a la revolución de la electrónica. La gran mayoría (94%) de todas las naves espaciales lanzadas en 2020 fueron satélites pequeños, satélites que pesan menos de alrededor de 600 kilos.
La mayoría de estos satélites se utilizan para observar la Tierra o para comunicaciones e Internet. Con el objetivo de llevar Internet a áreas desatendidas del mundo, dos empresas privadas, Starlink de SpaceX y OneWeb, lanzaron juntas casi 1.000 pequeños satélites solo en 2020. Cada uno de ellos planea lanzar más de 40.000 satélites en los próximos años para crear lo que se denominan "megaconstelaciones" en órbita terrestre baja.
Varias otras empresas están apuntando a este mercado de mil millones de dólares, sobre todo Amazon con su Proyecto Kuiper.
Con el enorme crecimiento de los satélites, los temores de una saturación orbital y los riesgos de colisión entre satélites o desechos de los mismos o para la observación astrónomica están comenzando a hacerse realidad.